Debates. => Área política. => Mensaje iniciado por: federicomartin en 03 de Marzo de 2016, 17:06:35 pm

Título: Así "sisan" las gasolineras: ganan 5 litros de combustible por cada 1.000
Publicado por: federicomartin en 03 de Marzo de 2016, 17:06:35 pm
http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas/76744-asi-sisan-las-gasolineras-ganan-5-litros-de-combustible-por-cada-1-000 (http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas/76744-asi-sisan-las-gasolineras-ganan-5-litros-de-combustible-por-cada-1-000)

El precio final de la gasolina, el que abona el conductor que para en una estación de servicio a reponer su vehículo de combustible, no depende solo del importe del petróleo. No es una novedad que, además de variar según el valor de la materia prima, el llamado oro negro, sube o baja de acuerdo a costes fijos como la logística y la distribución; los impuestos locales y la demanda que haya. Pero a todas estas variables podría sumarse una menos difundida: la provocada por el margen de error legalmente permitido a los surtidores o dispensadores.

Debido a las mermas de combustible que se dan desde que se producen los combustibles hasta que llegan al usuario final, el Estado tolera un margen de error en los dispensadores destinados al suministro a vehículos automóviles que, según la Orden ITC/360/2010, de 12 de febrero, referente a meteorología, permite un máximo del +/- 0,5%. Esto podría traducirse en que los titulares de los surtidores pueden "fallar" en 5 litros por cada mil litros de repostaje efectuados, sea por arriba o por debajo. Esta conformidad da pie a pensar que, a la hora de "equivocarse", los operadores de las estaciones no lo harán en favor de los consumidores finales, llenando más sus tanques, por mínimo que sea el volumen, sino "ganando" ese 0,5% de margen consentido y, por consiguiente, favoreciendo una "subida", insignificante o no, pero de algún modo oculta, del precio de la gasolina.

Subidas en el precio "ocultas"

"Este alza oculta se refiere a que los operadores ajustan los medidores de caudal de los surtidores tomando como referencia ese máximo del 0,5% que les permite la ley como mermas. Es evidente que si se lo das al cliente pierdes, dejas de ganar o estas regalando 5 litros por cada mil litros vendidos", explican fuentes del sector energético. Y añade que, estas mermas "son muy lógicas" porque se trata del almacenamiento y transporte de un fluido.

"Las pérdidas de combustible pueden darse por cuatro motivos. Parte del fluido se queda adherido a las paredes de las cisternas o depósitos de almacenamiento. Además, el fluido es volátil y si la cisterna o el surtidor no está equipado con un sistema de recuperación de gases, solo los equipos muy modernos lo están, se producen pérdidas por evaporación; en tercer lugar, se pueden producir pequeñas fugas en todos los trasvases necesarios para hacer llegar al cliente el producto", indican.

"Los operadores se ajustan a ese máximo del 0,5% que les permite la ley como mermas. Si se lo das al cliente, pierdes", señalan fuentes del sector.

Y, por último, se pueden producir mermas cuando el producto se carga a una temperatura determinada y se vende a otra menor, ya que la densidad disminuye conforme aumenta la temperatura. El volumen es menor. "Esto se evitaría con sistemas de medición equipados con sistemas de medición con compensación de temperatura que en los líquidos no los suelen utilizar. Así, si vendes el producto por la mañana, después de la noche, estará más frío y en cada litro, entregarás algo más de producto", señalan.

"Si tenemos en cuenta que estamos hablando de un margen de error del 0,5% en volumen, no es muy significativo en cuanto al precio final que paga el consumidor, ya que no es nada comparado con las diferencias de precio que hay entre surtidores, y que a veces llegan hasta el 15%", consideran.

Usuarios finales

Sin embargo, la suma de muchos consumidores implica un "ahorro" mayor. Para David Cobas, ingeniero químico, las pérdidas que se dan desde que se producen los combustibles hasta que llegan al usuario final, extrapoladas a cantidades industriales, pueden significar grandes sumas de dinero, también las que se dan en las estaciones de servicio. "Es conocido que el coste derivado de este tipo de mermas suele ser absorbido por los usuarios finales", indica Cobas. "Algo parecido ocurre con los costes derivados de los tratamientos aplicados a lo largo del proceso de refino para proteger el medioambiente. Como la legislación cada vez es más exigente y deriva en tratamientos más caros, el coste se subsana aumentando el precio de venta final", compara. Así, continúa, continuamente estamos viendo cómo el precio del barril de crudo disminuye significativamente, pero en cambio nuestro bolsillo lo nota levemente. "El precio del petróleo puede bajar, pero el margen de los distribuidores rara vez lo hace", concluye.

"La legislación en torno a la metrología es muy exigente y su control corre a cargo de las distintas comunidades autónomas", indican desde la AOP

Desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) explican que existe una normativa "muy rigurosa" desde hace muchos años. "La legislación en torno a la metrología es muy exigente y su control corre a cargo de las distintas comunidades autónomas", consideran. "Pero es entendible que haya unas mermas asociadas al transporte, como en toda actividad que mueve un líquido", agregan.

Y así lo reconocen tamién desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (Minetur). "Efectivamente, los surtidores tienen que pasar inspecciones y calibraciones periódicas para comprobar que la medida del surtidor es correcta dentro de unas determinadas tolerancias. Las CCAA tienen la competencia ejecutiva de controlar que no haya fraudes en la medida", señalan a Vozpópuli.

En cuanto a las pérdidas por vertidos al terreno, la citada institución señala que si bien actualmente la Instrucción Técnica Complementaria MI-IP 04 establece que en las nuevas instalaciones los tanques se instalarán con sistema de detección de fugas, tal como cubeto con tubo buzo, doble pared con detección de fugas u otro sistema debidamente autorizado por el órgano competente de cada comunidad, no se exige que, en el caso de las tuberías, estas sean de doble pared de cara a evitar esos escapes.

Nuevas instalaciones

"Igualmente se obliga a que los tanques pasen una  prueba de estanqueidad, pudiéndose realizar anualmente con producto en el tanque y la instalación en funcionamiento, o bien cada cinco años una prueba de estanqueidad a tanque vacío, limpio y desgasificado, tras examen visual de la superficie interior y medición de espesores. Adicionalmente, las tuberías deben ser sometidas cada cinco años a una prueba de estanqueidad", explican.

Con miras al futuro, desde el Ministerio adelantan que está en elaboración un Proyecto de Real Decreto cuya intención es establecer la obligatoriedad para las instalaciones nuevas de que todos los tanques y tuberías enterrados sean de doble pared con sistemas de detección de fugas.

Según fuentes del sector energético consultadas por este diario, esta tolerancia a las mermas beneficiaría "al que es muy eficiente y tiene una merma menor del 0,5%". Por ejemplo, a las gasolineras que tienen equipos de recuperación de gases de gasolinas, como son todas las grandes gasolineras y las modernas por directiva europea. "Su sistemas les benefician porque encima recuperan los gases de los depósitos de los vehículos que se van a llenar, evitando así que esos gases sean expulsados a la atmósfera y contaminen", resaltan.