Debates. => Área política. => Mensaje iniciado por: simple22 en 09 de Junio de 2010, 08:54:35 am
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El fascismo, lejos de ser una cosa banal, minoritaria o residual, lo cierto es que ha arraigado profundamente en la sociedad española. El arraigo quizá no se deba tanto al número de personas, como al número de actos violentos que día a día se producen. Actos violentos en los que está presente la negación polémica, típica de cualquier integrismo político. Una negación polémica hacia los antagonistas, que provoca por ejemplo, declaraciones como la de Maximiliano Correa, que quería meter al Tedax Pedro con Luis del Pino en una habitación donde no existiera el Estado de Derecho.
Una negación polémica que ha provocado diversos actos de sabotaje en las Universidades españolas, ya sean estos actos antisemitas, contra los antagonistas del nacionalismo o contra historiadores que sostienen otras teorías sobre la Guerra Civil.
Una negación polémica que se manifiesta en las voces que piden el cierre de los medios que no les gustan.
Una negación polémica que se manifiesta en la exclusión de la carroza israelí del lobby gay, por el sólo hecho de haber nacido o tener la nacionalidad israelí.
Y una negación polémica que se manifestó ayer, en la huelga de los funcionarios, en Logroño, donde unos fascistas de la UGT agredieron a alguien del CSIF, creo que por defender que los sindicatos dejen de financiarse con dinero público.
Una negación polémica, en fin, que no está presente en la organización Manos Limpias, que no ha protagonizado ninguno de estos actos violentos, ni ha pedido a gritos el silenciamiento de los medios críticos con esta organización (que por cierto no son pocos) y que sin embargo es calificada injustamente de fascista.
Señores de la UGT, nacionalistas censores y liberticidas, antisemitas, universitarios analfabetos y demás chusma antidemocrática:
No son pocos aquellos a los que calificáis de fascistas, y que sin embargo en cuestiones de respeto, moderación y pureza democrática os dan sopas con honda. Pero sabed que vosotros no existís, sino que desgraciadamente hay un elemento Institucional que os concede una legitimación doble sin la cual no podríais perpetrar vuestros infames actos, a saber:
1. Legitimación como interlocutores, pues legislan al compás que marcáis y encima que sois agresores y liberticidas, las Instituciones os compadecen y están con vosotros y no con los agredidos. Inclúyase en este apartado, la pasividad policial o la vergonzosa pasividad de rectores como los de la Autónoma de Barcelona, los de la Autónoma de Madrid o la Complutense, que les regala los aprobados a estos vagos, analfabetos y terroristas, para contar con su voto en las elecciones al Rectorado.
2. Financiación a través del presupuesto público.
Y contra todo este estado de cosas, ha llegado el momento de decir dos palabras que se hicieron famosas e hicieron grande a un célebre movimiento cívico.
¡BASTA YA!