Debates. => Área política. => Mensaje iniciado por: simple22 en 07 de Julio de 2011, 21:18:16 pm
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Bien, aquí surge un mecanismo de anulación de la soberanía popular y de su manifestación más característica: la libertad legislativa.
Se pretende, mediante este mecanismo, que las leyes aprobadas tengan rango constitucional y sean por esto, inderogables.
El mecanismo es mediante las resoluciones, que, formalmente dictan los comisarios políticos como "Pascual Bildu", pero en la práctica dictadas por el Gobierno. Pero veamos cuál es el procedimiento.
1. Rubalcaba dicta a Pascual, cuál debe ser su "fallo".
2. Desgraciada, estúpida y antidemocráticamente, este fallo "vincula" a los poderes públicos, entre los cuales está el legislativo. Y sobre lo de "vincular", aún no he dicho mi última palabra, ya que también sobre esto hay leyendas urbanas que otro día me encargaré de desmontar, pues lo considero otro error grave al cual inducen los catedráticos y notablemente perjudicial para el jurista. Así pues por eso digo que "vincula" entre comillas, en vez de ponerlo sin comillas.
3. En coherencia con estos mandatos de los comisarios políticos, (que dicho sea de paso, están absolutamente desacreditados por la gente que no forma parte del mundillo jurídico y por buena parte de los juristas) se hace una ley que transcribe sus mandatos.
4. Y fruto de esta leyenda urbana y de la pésima formación jurídica de los parlamentarios, que participan de ese error de que estos fallos "vinculan", se hace una ley que al transcribir esos fallos, tiene (según esta leyenda urbana) rango cuasiconstitucional siendo por ello, prácticamente inderogable.
5. Y finalmente, los nuevos Gobiernos y las nuevas Cortes no pueden derogar esta ley, que según esta leyenda urbana sería prácticamente un "acto debido" del poder legislativo, el cual a su vez, debía legislar siguiendo a estos "fallos" pero no así contra ellos.
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Y efectivamente, la respuesta, la encontramos en el propio art. 164 CE, apartado 1:
Según él, sólo tienen eficacia frente a terceros aquellos mandatos de estos comisarios políticos, absolutamente desprestigiados:
"que declaren la inconstitucionalidad de una Ley o de una norma con fuerza de Ley y todas las que no se limiten a la estimación subjetiva de un derecho, tienen plenos efectos frente a todos."
El resto de fallos tienen la función del art. 1.6 CC: "complementar el Ordenamiento jurídico."
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Pero ésta es en realidad la historia de cómo el antifranquismo nos ganó, con Franco muerto, un partido que muchos no hemos podido ni siquiera disputar, de cómo cargaron contra nosotros por no haber podido destronar a Franco y haberse tenido que conformarse con verlo morir. Y parece que la culpa de todo la tenemos, los que hemos cometido el terrible delito de ser españoles y además querer ser libres.
Éste es el asunto, que somos ajenos a la paranoia antifranquista y nos meten en una guerra que no pudieron ganar y ni siquiera lo intentaron, donde no es que no hayamos dicho la última palabra, sino que apenas hemos podido decir ni la primera. Se dice que es democracia, cuando en modo alguno lo es: es inaceptable quedar prisioneros de un juramento que no hemos hecho. Los españoles debemos saber que, para ser libres lo que hay que hacer es sacudirnos el yugo, arrojar los complejos al fuego y sobre todo... ¡¡ROMPER LAS CADENAS!!
Liberté, Egalité, Fraternité!
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Simple, estás un poco violento últimamente.
Saludos