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LoginSegún ha sabido El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de estos contactos, algunos de los principales empresarios del país, sobre todo de Madrid y Barcelona, han realizado intensas gestiones –de forma discreta- en las últimas semanas para cerrar este encuentro con Rivera antes de las elecciones.
Curiosamente, el interés de estos altos ejecutivos ha sido unánime y máximo. Cuando han sido sondeados sobre su posible asistencia, han dado rápidamente el visto bueno. Quieren conocer de primera mano el programa económico elaborado por Luis Garicano y hacerse una idea clara sobre a dónde quiere ir realmente. También en cuestión de pactos.
No pasan por alto que Albert Rivera puede tener en su mano la llave de la estabilidad política (y económica) del país tras las generales de diciembre, con su apoyo al PP o al PSOE para formar Gobierno.
En esta ocasión, los empresarios decidieron impulsar, a través de conversaciones informales con miembros de Ciudadanos, la posibilidad de sacar adelante este encuentro con su líder. También por ‘el asunto’ de Cataluña.
Los ejecutivos de Barcelona admiten su preocupación por la deriva independentista de Artur Mas, mucho más incluso que por Podemos.
En este sentido, dan por hecho que van a encontrar en Albert Rivera un aliado sólido para su batalla, ya que siempre se mostró especialmente combativo contra el independentismo desde el Parlamento catalán.
Tras varias semanas de contactos informales, los integrantes del denominado Foro Puente Aéreo han conseguido cerrar una cena reservada con Albert Rivera. La cita tendrá lugar el próximo 28 de octubre, miércoles, en un local privado de Barcelona.
Ya han confirmado su asistencia a la velada, entre otros, Florentino Pérez (ACS), Antonio Brufau (Repsol), Salvador Gabarró (Gas Natural), Borja Prado (Endesa), Salvador Alemany (Abertis), Josep Oliú (Banco Sabadell), José Manuel Entrecanales (Acciona), Luis Conde (Seeliger y Conde), Emilio Cuatrecasas (abogado), Fernando Fernández Tapias (CEIM), Javier Godó (Grupo Godó), Jaime Castellanos y el abogado Miquel Roca.
Este nutrido grupo de empresarios de Madrid y Barcelona suele organizar reuniones a las que invitan a políticos de primer nivel. Pero en esta ocasión, no habrá luz ni taquígrafos.
Las fuentes confirman la existencia de un pacto tácito para que este encuentro no trascienda. Debe ser una reunión informal y, sobre todo, muy reservada. De hecho, la estricta condición de confidencialidad que se ha establecido ha sido clave para convencer al presidente de Ciudadanos. No habrá ni prensa, ni foto de familia, como sí ha existido en otras ocasiones.
De ahí que se haya elegido un lugar discreto. Nada de hoteles, ni sedes de empresas, ni clubes sociales. Los invitados han sido citados en un discreto local de la ciudad condal.
Todas las partes se han comprometido a guardar la “máxima confidencialidad y discreción” en cuanto a la cita. Y así se ha exigido a cada uno de los asistentes como condición para acudir al encuentro. Una premisa que todos han aceptado.
Algunos de los ejecutivos convocados han confesado en privado que también les interesa a ellos mantener ahora este perfil bajo, y “permanecer agazapados”. Al menos hasta que el escenario político se aclare después de las generales. Consideran que, si la situación política da un vuelco, eso influirá inevitablemente en lo económico y por tanto les afectará.
En un primer momento, tal y cómo se contó en ECD, Albert Rivera prefería aplazar estos encuentros hasta después de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Consideraba que visualizar un aparente respaldo de las grandes fortunas a Ciudadanos podía “contaminarle”, porque se le podría vincular rápidamente con el poder económico y financiero.
Celebradas las elecciones locales, Rivera se ha mantenido siempre a una prudente distancia de la clase empresarial. Al menos, en público.
