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LoginCiudad Real ha supuesto para Unidos Podemos el bautizo público de la coalición, y también el motivo para los primeros desencuentros entre Podemos e Izquierda Unida tras su acuerdo. El pasado martes, 31 de mayo, coincidiendo con el Día de Castilla-La Mancha, Alberto Garzón y Pablo Echenique inauguraron la precampaña con un acto conjunto en la ciudad manchega. La plaza de la Constitución acogió a más de mil personas que, en esta ocasión y para extrañeza de los de Podemos, portaban banderas republicanas y también comunistas.
A los responsables de campaña de Podemos, que centran su discurso en alejarse de la izquierda para convertirse en un partido transversal, no les ha sentado bien verse rodeados de símbolos que los relacionan con la extrema izquierda. Pero tampoco a las bases, que aprovechan sus canales para fomentar la difusión de un mensaje político que se desmarcarque de los extremos. Desde Izquierda Unida, Garzón ya ha recalcado que no rebajará «ni un ápice» su discurso y que los temas recurrentes en sus mítines, como la monarquía, la nacionalización de empresas o su carácter comunista no desaparecerán de sus intervenciones.
«Los grandes poderes de este país estarían encantados de que siguiéramos haciendo política en torno a símbolos que, además de no representar a la mayoría social de hoy día también han sido derrotados en el plano simbólico, político y cultural», apunta un grupo afín a los de Iglesias en la red social «Telegram».
Este miedo a que se identifique Unidos-Podemos con los símbolos del martillo y la hoz o las banderas republicanas podrían, en su opinión, alejar a un electorado que no se sitúa a la izquierda ideológica y que demanda el cambio. «No toda la gente golpeada por años de políticas antisociales e indignada por el saqueo de lo público se emociona ante los mismos símbolos, como es lógico en un país rico y plural como el nuestro, pero sí pueden compartir la necesidad de recuperar la dignidad de nuestro pueblo asumiendo varias ideas de sentido común», continúa el mensaje en «Pueblo, patria, Podemos».
Por ello, llaman a conectar con la mayoría social por encima de esos símbolos, con sentido común, «en lugar de hacerlo con vestigios del pasado que, además, no reflejan la complejidad del mundo actual». La clave de la campaña de Podemos para el 26-J la dan al final del mensaje: «No nos podemos permitir ningún paso en falso en la difícil tarea de dar la batalla por recuperar nuestro país».
Sin embargo, el propio Alberto Garzón terminó su intervención en Ciudad al grito de «¡Salud y República!». Está por ver si ocurre lo mismo en las próximas ocasiones en que compartan escenario los dos partidos. Iglesias y Garzón, según han hecho público este jueves, abrirán y cerrarán la campaña en Madrid y se juntarán también en Barcelona, Alicante y Cádiz.
Garzón no se moderará «ni un ápice»
El futuro coordinador federal de IU, Alberto Garzón, no tiene intención de moderar «un ápice» su discurso durante la campaña para las elecciones generales del próximo 26 de junio, pese a compartir lista electoral con Podemos, y seguirá haciendo alusión a asuntos como la defensa de la República o la salida de la OTAN.
Temas como el fin de la monarquía, la nacionalización de empresas o su carácter comunista han sido recurrentes durante los discursos de Garzón en anteriores campañas electorales. Además, las banderas republicanas eran mayoritarias en sus mítines, que solían terminar con el lema 'Salud y República'.
Se trata de asuntos que no están dentro del programa electoral de Podemos y que no han sido incluidos en el documento de 50 medidas acordado por ambas organizaciones para estas elecciones generales. Pese a ello, IU no tiene intención de cambiar su discurso y no moderará el mensaje que dirigirá a los votantes durante la campaña.
La jefa de campaña de la organización de izquierdas, Clara Alonso, ha asegurado este jueves que desde la dirección del partido no se ha dado ninguna instrucción a sus militantes sobre las banderas o insignias que llevar a los mítines. Y Podemos tampoco se lo ha pedido. Ya este martes, Garzón y el secretario de Organización del partido morado, Pablo Echenique, compartieron escenario en Ciudad Real y entre el público había numerosas banderas republicanas y comunistas.
Respecto a este último punto, el comunismo, IU sí que redactó un argumentario para sus dirigentes como modelo de respuesta ante los ataques lanzados por el resto de partidos. A su juicio, la «mejor salida» es responder con sentido del humor a estos ataques y hacer ver que el miedo comunista no tiene sentido en pleno siglo XXI.