El rector ha pedido al Gobierno que el sistema de subvenciones sea más previsible y esté ligado a productividad.
La Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned) quiere que una parte de su financiación pública dependa de la productividad obtenida. El campus más grande de España y el único que depende del Estado ha pedido al Ministerio de Educación que el sistema de subvenciones sea más previsible y tenga una partida que incorpore recursos económicos vinculados a la asunción de objetivos, controlada mediante contratos programa. La financiación por resultados es una de las asignaturas pendientes de la universidad. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se refirió a ella expresamente durante su discurso de investidura. También el ministro de Educación y portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, apostó en noviembre, durante su comparecencia en el Congreso, por "revisar el modelo de financiación de las universidades, vinculando los recursos públicos al cumplimiento de objetivos concertados con las administraciones educativas".
Actualmente, los campus públicos españoles obtienen la mayoría de sus ingresos de los fondos de las comunidades autónomas (en el caso de la Uned, proceden de los Presupuestos Generales del Estado), que no siempre subvencionan atendiendo a criterios de calidad o de planteamientos estratégicos de política universitaria. Sí se hace así, por el contrario, en la Universidad de Extremadura y en los campus de Cataluña, donde desde hace años se han establecido contratos programa con la Generalitat que aportan una financiación adicional a cada centro si éste cumple unos objetivos preestablecidos. Estos campus tienen, por poner un ejemplo, una subvención básica que puede rondar el 60% (cubre los gastos de funcionamiento y la actividad ordinaria y se concede en función de los créditos matriculados, los créditos titulados o los créditos de nuevo acceso); una subvención fija que puede estar en torno al 15% (es igual para todas las universidades y financia los gastos mínimos de estructura relacionados con la gestión); una subvención derivada de en torno al 10% (aporta recursos para financiar gastos derivados de la contratación de personal), y una subvención estratégica (la financiación por resultados) que puede ser del 15%. También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quiere ir en esta linea. En el borrador de su nueva Ley de Universidades, se establece un nuevo modelo de financiación mixta, con una aportación fija, que sería igual para las seis universidades madrileñas, y una aportación variable, ligada a objetivos como el número de publicaciones, la inserción laboral de los titulados o la adopción de buenas prácticas internacionales.
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LoginFuente: El Mundo