A mí me funciona bien ir de lo general a lo particular. Primero tener una idea general del tema con una lectura de acercamiento, después empezar a subrayar lo esencial y - para mí esto es lo más tedioso y lo que me hacer perder más tiempo - elaborar los resúmenes sobre los que estudio olvidándome del libro salvo para alguna aclaración o buscar ejemplos. Yo no soy capaz de estudiar SOLO sobre los manuales debido a la gran cantidad de información accesoria que contienen la mayoría de ellos, pero me gusta mirarlos de vez en cuando por que se te quedan esos detalles que tanto le gustan a algunos correctores y que distinguen un respuesta correcta - sin más- de otra que tiene su punto de "excelencia" (perdón por la pedantería). Pues eso, un latinajo de vez en cuando o una referencia legal o histórica (depende mucho de las asignaturas y el tipo de examen) marcan la diferencia a la hora de ser calificado. No obstante, desde que empecé hasta ahora he economizado mucho al enfrentarme el estudio de los exámenes y lo he adaptado a la modalidad de los mismos. No es lo mismo uno tipo test, que uno de desarrollo con espacio tasado u otro con espacio no tasado. Pero quienes quieran profundizar y buscar la manera que mejor se les adapte, pueden recurrir a los cursos que organizan los centros asociados sobre técnicas de estudio que, además, conceden créditos de libre configuración.