Os voy a exponer un caso insólito que he vivido hace un par de días. Tengo tres hijos y el pequeño recibe su Primera Comunión este año. Como es habitual en estos casos, se hace un álbum de fotos al niño que la recibe. Pues bien, me dirigí a un estudio fotográfico de la localidad en la que vivo, para encargar el reportaje. Se me atendió estupendamente, se me enseñaron álbumes de otros años, y yo dejé bien claro lo que quería, que era un reportaje de mi hijo, con fotos sencillas de estudio, nada sofisticado , sin fondos ni efectos fotográficos especiales, tan sólo las clásicas fotos del niño con algún motivo religioso, lo de toda la vida. Se me informó que se haría lo que yo quisiera, sin ningún problema, pues el cliente elige…. Tan solo tendría que llevar yo la Biblia y los objetos que yo quisiera para fotografiar al niño con ellos.
Pues bien, llegado el día, me presento allí, con mis tres hijos, los trajes de los tres, los motivos religiosos para las fotografías, los zapatos, etc………. vamos, cargados hasta arriba…… tras media hora de preparación (son tres niños) entra el supuesto “artista fotógrafo”, (así se autodefinió) y cuando me ve sacando la imagen la Biblia, me dice que qué es eso……que él no hace fotos clásicas…….. tras explicarle por enésima vez lo que quería, (ya lo había hecho en tres ocasiones anteriores) que eran unas cuantas fotos de estudio con una biblia y una vela, sigue insistiendo en que él no hace ese tipo de reportajes, negándose rotundamente a comenzar la sesión de fotos. Tras mi pregunta ¿es que no haces fotos de estudio? , me respondió que sí, por supuesto, es entonces cuando comprendí que realmente NO QUERÍA HACERME EL REPORTAJE. No le importó mi sorpresa, y mucho menos ver a mis hijos, decepcionados, confundidos, el pequeño, vestido de marinero, con lágrimas en los ojos…………… mis hijos se sintieron humillados. Permitió que nos volviéramos a cambiar de ropas, recoger todo y marcharnos igual que habíamos llegado.
Es la primera vez en mi vida que siento la humillación hacia mis hijos tan de cerca, y verdaderamente, me ha dolido. Para evitar esta situación tan desagradable a otros niños que sencillamente quieran hacerse cuatro fotos de Comunión , (que no un reportaje para un casting) que no es ningún pecado fotografiarse con una Biblia, y se dirijan a ese establecimiento, quisiera saber qué trámite cursan las hojas de reclamaciones de los establecimientos, y si sirven para algo. ¿Derecho de admisión? ¿Es totalmente arbitrario? No quiero dañar al establecimiento, ni al negocio, ni a sus dueños, tan solo quiero evitar una situación muy desagradable a los inocentes niños que con toda su ilusión, van a hacerse las fotos de su Comunión.
Atentemente,
Quo vadis.