Gracias a todos, a todas, por haberme escuchado en mitad de vuestros exámenes, por haberme hecho sentir abrazada por un monton de amigos. Para mi, esto queda grabado a fuego para siempre. Contad todos conmigo para cualquier cosa, estaré ahí.
Vuestra positividad y optimismo se contagia y espero llegue a mi hermano.
De una cosa sí estoy segura, estoy delante de una generación de GRANDES PERSONAS, que creo que es el primer requisito para LOS GRANDES JURISTAS que estais gestando.
GRACIAS.
Marisa.