... Pero es que es para mear y no echar gota.
Esta mañana leo en los periódicos regionales de Murcia la siguiente noticia:
Latbus ha recurrido finalmente al concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) para afrontar sus dificultades económicas. Esta misma semana, la concesionaria del transporte público en el municipio de Murcia ha presentado en el juzgado de lo Mercantil la solicitud ante la adversa situación que atraviesa el grupo, especialmente en el último ejercicio.
Para que sepan ustedes, estamos hablando de la empresa pública encargada del transporte público y los autobuses urbanos.
El Ayuntamiento de Murcia (PP), solo tiene competencias en 13 líneas, incluidos los vehículos del centro, denominados Rayos. El resto están bajo la tutela de la Administración Regional (PP), a través de la Entidad Pública del Transporte. Este organismo, también público, renovó la concesión de decenas de líneas con Latbus para la friolera de 20 años, dos décadas que pueden convertirse en un calvario comprobada la pésima gestión que se desarrolla. Por eso retornan las preguntas: ¿En qué criterios basó la Entidad Pública del Transporte la renovación de una concesión que, a juzgar por los últimos acontecimientos, ni siquiera puede abonar las nóminas?
Pero es que no hace ni un año decidieron cambiar el color de los autobuses a color blanco (cómo en Madrid), gastándose una millonada, para ahora no poder pagar las nóminas de los conductores y entrar en concurso. ¿Era tan urgente cambiar el color?.
Pero es que además, han construido líneas de tranvía a la Universidad (que eso sí está bien, si también las hubieran construído no sólo desde la ciudad, sino de poblaciones metropolitanas cómo Alcantarilla, por ejemplo), a los centros comerciales Nueva Condomina y Thader, así cómo al estadio de fútbol (que no a la ciudad sanitaria Virgen de la Arrixaca), además de a la Universidad Católica (dónde el tranvía siempre va prácticamente vacío), sin que se puedan beneficiar de ese transporte grandes poblaciones metropolitanas, y en cambio quitan líneas de autobuses a la ciudada sanitaria Virgen de la Arrixaca, cómo ha ocurrido en Javalí Nuevo (más de 7000 habitantes).
Y de esto Zapatero no tiene la culp (la tendrá en otras cosas), pero en Murcia gobierna el PP y esta gestión es UNA AUTÉNTICA VERGüENZA...