El etarra
Iosu Uribetxeberria Bolinaga ha
rechazado ser reconocido por los forenses adscritos a la Audiencia Nacional para la elaboración de un nuevo informe sobre su estado de salud, tal y como acordó el pasado 19 de julio el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro.
La abogada de Bolinaga, Ainhoa Baglietto, ha recurrido así la decisión de Castro de que su cliente sea evaluado por dos forenses del Instituto de Medicina Legal de la Audiencia Nacional para la elaboración de un informe “detallado” sobre su actual estado de salud, según han informado a Efe fuentes jurídicas.
Castro encargó el pasado 19 de julio a dos forenses “un informe detallado” sobre el estado de salud de Bolinaga, atendiendo a la petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de que se hiciera una “nueva evaluación de las circunstancias que concurren en el enfermo, pues ya ha sido objeto de tratamiento” durante los
once meses que

lleva en libertad condicional.
El fiscal del caso, Pedro Rubira, hizo esta solicitud tras conocer el último informe médico del Hospital Donostia, dónde Bolinaga está siendo tratado, y que mantenía que el cáncer que padece es irreversible y no puede ser tratado en prisión. Instituciones Penitenciarias fue la que reclamó al hospital ese último informe, al haber
transcurrido en junio diez meses del que emitió en agosto y que señalaba que la supervivencia de un enfermo de sus características era de una media de nueve meses.
“Nos encontramos, por tanto, ante una afirmación que científicamente no se sostiene, puesto que equivale a negar cualquier posibilidad curativa al tratamiento”, observaba el fiscal, al añadir que todo apunta “para bien del enfermo, que la supervivencia del penado lleva camino de superar todos los registros conocidos”.
El Colegio de Médicos de Madrid dictaminó el pasado junio que el tratamiento del cáncer de Bolinaga -que cumplía condena, entre otros delitos, por el secuestro de José Antonio Ortega Lara-
“no parece que sea imposible de realizar en un centro penitenciario con traslados eventuales al hospital, de la misma manera que si el paciente estuviera en su domicilio”.
Ratificaba así el informe que en ese mismo sentido emitió el pasado verano la forense de la Audiencia Nacional Carmen Baena y en el que se basó la Fiscalía para oponerse a la libertad condicional del etarra, que finalmente le otorgó Castro el pasado 30 de agosto, basándose en el informe del hospital Donostia, que descartó que su enfermedad pudiera tratarse en la cárcel.