Estoy pendiente de cuatro asignaturas -tres de ellas anuales- y tengo cinco para los dos meses y medio que restan del segundo cuatrimestre. Tengo claro que mi prioridad de estudio ahora será la de preparar las asignaturas anuales que haya aprobado en febrero para rematarlas en junio y no arriesgarme a ir a septiembre y, si suspendo, que no me sirva de nada lo superado.
Hice un examen el 30 de enero y me temo que la nota saldrá el 12 de marzo. Creo que tengo derecho a poder organizarme con mayor margen de tiempo.Comprendo que son muchos exámenes pero algo deberían de inventar como, por ejemplo, sacar una nota provisional en el mismo momento de corregir el examen e ir corrigiendo éstos por la fecha en que se realizan con un límite de veinte días entre realización y calificación.
Si nos apartamos de las matrículas numerosas de primer curso de carrera, el número de alumnos se estabiliza en unos 2.400. Entre unas asignaturas y otras la media de presentación a examen es del 50%, lo que lo reduce a 1.200 o, algo menos, si tenemos en cuenta los exámenes en blanco o de la gente que solo necesita el certificado de asistencia para justificante laboral.
Si dividimos 1.200 exámenes entre 3 semanas sale a 400 por semana y entre cinco profesores que son los que suelen corregir como mínimo en las asignaturas de mayor matrícula, 80, lo que corresponde a 16 por día y profesor, sin contar sábados ni domingos o lo que es lo mismo, uno cada media hora en una jornada de 9 a 2 y de 5 a 8 que tampoco quiebra a nadie. Que me expliquen cómo se puede tardar esa enormidad de tiempo y, más aún, con la valija virtual que sabemos que funciona porque lo comprobamos nosotros mismos. ¿Es que ningún responsable, aunque sea de Letras, tiene un hijo, mujer-marido, o amigo que le eche las cuentas?
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