No digo que no afecte a los derechos de los trabajadores, que sí que lo hace, pero hay que ser consciente del momento en que nos encontramos.
Es más, si tanto quisieran proteger a los trabajadores porque no renuncian a la parte que se llevan por negociar cada ERE o, mejor aún, porque no utilizan esos ingresos para contratar; porque no sólo no contratan sino que están realizando despidos, con el subsiguiente problema al que encaminan a sus trabajadores en lo que a defensa jurídica se refiere, ya que no me imagino a los abogados del sindicato -que serían los que deberían defender los intereses de los trabajadores del mismo sindicato- litigando contra su empleador, sería una incompatibilidad clara que afectaría a la independencia.