Buenas noches.
Aunque parece que no hay muchos interesados en escribir sobre este tema, yo aun tengo alguna cosa más que añadir:
Insisto en que la corrupción no es sólo de la"casta". Ni es de ahora. Ni es solamente de aquí.
Naturalmente que hay que luchar contra ella y si la motivación moral de esa lucha no es suficiente, que sea por el coste económico que comporta y por las distorsiones que produce la lacra en el buen funcionamiento de la sociedad.
Pero, oigan, que a veces puede ser peor el remedio que la enfermedad...
Os voy a contar un cuento de las 1001 noches. Veréis:
Había una vez sub-sector de la economía (adivinad cual) que estaba compuesto por miles de explotaciones familiares... Su actividad natural produce resíduos de muy dificil tratamiento actualmente, porque en proporciones elevadas son contaminantes. Por debajo de ciertos niveles, esos resíduos se pueden usar con buenos resultados. Bueno, va y aparece el genio de la lámpara y dice : vamos a utilizar esos resíduos como fuente energética, produciremos electricidad que será vendida a las cias. eléctricas a precios hasta 6 veces superiores a la tarifa cobrada a los consumos domésticos. Y las cias. estarán obligadas a comprar esa electricidad a ese precio político(precio político, no a un precio de venta vinculado a un coste real). Y va el genio y engorda el llamado "déficit de tarifa" que acabaremos pagando como ciudadanos contribuyentes y no como consumidores.
Pero no acaba aquí...Al receptor de esos resíduos y productor de electricidad a partir de ellos, que vende la electricidad a las cias. a precios políticos, no le interesa realmente adquirir todo el sobrante del antedicho resíduo. Se hace con la cantidad real suficiente para justificarse, el resto sólo le entra nominalmente. Lo que la explotación del sub-sector dice que ha entregado coincide con lo declarado por el receptor, pero en realidad, la cantidad es menor. Todo lo demás se sigue usando como siempre en la propia explotación, en buena parte porque no hay otro remedio y aunque sea contaminante.
Y todos contentos.
Ahora, ves y lo cortas. Díles que los del cuento estaban realizando una práctica corrupta y pon en riesgo miles de economías familiares.
Seguid con salud y acordaos que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.