Que al día siguiente nadie se acordará de que un día hubo un zumbado con una coleta hecho un desastre, que prometía fantasías, que apoyaba el terrorismo, que quería sacar de las cárceles a los mismos terroristas, que simpatizaba con otro dictador, como es Nicolás Maduro, que se vestía de social demócrata y su interior era comunista y que quería dejar de pagar la deuda externa y que con todo eso nos hubiera convertido en los proscritos de Europa y del mundo.
Pero, a pesar de todo esto, nadie se acordará de él. Porque ni alguna vez demostró tener categoría, ni mostró respeto a las víctimas de la violencia, ni tenía don de gentes, ni nada que le puede atraer a una persona medianamente normal.
Posiblemente, se pondrá los piercings que se quitó para intentar triunfar en política y se volverá a dar sus clases en la universidad.
No le vendría mal hacer un máster y reciclarse. A ver si de paso, aprende lo que es el derecho derivado.
Y si, Gato, espero que nunca triunfe, y que pase lo que tú crees: La vida sigue igual.