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LoginEl futuro del Partido Socialista de Madrid depende de La Sexta, la cadena que hizo famoso a Antonio Miguel Carmona por tenerle fijo en su tertulia de los sábados por la noche. Gracias a su popularidad así obtenida fue designado candidato a la alcaldía de Madrid y a pesar de ella Pedro Sánchez le acaba de relevar como portavoz en el Ayuntamiento. «Este error le va a costar muy caro al socialismo», advirtió Carmena de inmediato, lo que hace pensar que tiene amarrado el contrato con la cadena de Atresmedia para la temporada que viene.
Carmena no es, por supuesto, el único que ha subido escalones hasta llegar a la cima de su profesión a base de debatir semana tras semana en tertulias televisivas. Pablo Iglesias, Albert Rivera, Cristina Cifuentes, Pedro Sánchez, Pablo Casado y el último recién llegado a la categoría de políticos emergentes de primera fila, Xavi García Albiol, se han dado a conocer por esa vía, la de acudir a platós para discutir entre ellos y con periodistas sobre cualquier tema de actualidad, prueba evidente de que la oratoria que la tradición reservaba al parlamentarismo ha sido sustituida por el mensaje breve, directo y superficial que exige la televisión.
Cifuentes y Rivera mantienen una buena amistad personal nacida precisamente en una de esas tertulias hace años, cuando ella era diputada autonómica madrileña y él un recién estrenado en el Parlamento catalán que trataba de tomar el Puente Aéreo una vez por semana para sortear en cualquier plató madrileño que le invitara el boicot que ya le hacía TV3. El mismo motivo por el que García Albiol abandonaba la alcaldía de Badalona varias veces al mes para participar en una tertulia en la que solía tener como oponente a un joven economista, concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, de nombre Pedro Sánchez, sin sospechar que pocos años después este ejercería de líder de la oposición.
Pablo Iglesias se tomó tan en serio lo de convertirse en un buen tertuliano antes de meterse a fundar Podemos y declararse su líder que se apuntó a un curso del Instituto de RTVE donde recibió clases de María Casado, la actual presentadora de los Desayunos de TVE. Otros no tuvieron que esforzarse tanto: Rivera fue campeón nacional de oratoria juvenil y Sánchez, Cifuentes y Albiol siempre han tenido suficientes ideas claras expresadas con bastante naturalidad –que dicen son los dotes fundamentales en ese oficio- como para ser llamados a muchas tertulias antes de hacerse conocidos por su relevancia política.
Pablo Casado es otro de los últimos ejemplos de cómo un diputado de a pie se convierte en vicesecretario de su partido a base de ser prácticamente el único de sus compañeros de filas que se prestaba a participar en tertulias televisadas de cadenas poco amigas del PP cuando, hasta hace muy poco, los populares mantenían la política de negarse a acudir a los platós que se han convertido en la cuna de los políticos del siglo XXI.