Estimados/as Contertulios,
No sabemos qué va a ser de nosotros, nunca antes hemos estado en sus manos de una forma tan clara y tan agobiante. Somos náufragos a la merced de las ocurrencias de un lerdo. Le han quitado el puchero y el cocido a millones de personas que van todos los días a comer, a las marmitas de Cáritas. Ya existen imágenes que no veía desde hace mucho tiempo. El fuego crepita mientras España arde de encina sobre el lecho de brasa candente.
Es la hora de la gente sencilla.