Yo ya he visto el mío. Por lo menos este año, no me ha saltado mucho el corazón cuando he visto lo escrito.
La verdad es que la valija es el muro de las lamentaciones, ay que lo puse mal, que se me olvidó poner esto, que puse mal aquello otro, ya está, ya lo tengo suspendido... por mi parte un despropósito, vamos.
Y mira, que me digo a mi misma que no lo tengo que mirar, pero la curiosidad me puede y al final allá que voy.