Ya no recordaba este hilo!
Voy a contestarme a mi mismo, para actualizar mi historia y por si a alguno de ustedes le puede venir bien.
Ese mensaje lo escribí al acabar el primer curso y empezando el segundo. Actualmente estoy ya graduado
Gané ese pleito que tenía contra mi empleador anterior y conseguí que me devolviesen dinero que me debían. También conseguí que el MECD me concediese las becas todos los años de grado; eso hizo que pudiese tomar la decisión de no ponerme a trabajar aún y apretar todo lo que pudiese en el grado. Era consciente que si me ponía a trabajar, aunque fuese de media jornada, corría el riesgo de abandonar los estudios, así que con más sacrificio de mi mujer y el mío propio, tomamos esa decisión.
Mi horario ha sido como el de cualquier persona con trabajo de jornada de 8 horas, pero interpretando que las 8 horas de trabajo lo eran de estudio. Así conseguí no perder el norte ni relajarme, y he conseguido sacar el grado a curso por año con notas excelentes que jamás habría pensado en poder sacar. Ahora me encuentro preparando las oposiciones a la carrera judicial y fiscal, con la mirada puesta en mi sueño, que ya casi voy rozando con los dedos de la mano.
Este mensaje no es para contarles mis logros académicos, y se que el buen lector no verá en estas palabras esas intenciones, pero quiero remarcar que con esfuerzo y sacrificio se puede. ¿Y que es la UNED sino esfuerzo y sacrificio? En mi camino he aprendido mucho sobre mi, sobre mis puntos fuertes y sobre mis debilidades. También he conocido a mucha gente maravillosa que hoy puedo llamar mis amigos y con los que trato de reunirme siempre que puedo. He aprendido que es mejor ser constante que ser rápido; que es mejor compañía quien se pone a tu lado que quien se pone delate o detrás de ti; que el esfuerzo tiene su recompensa y que una derrota enseña más que 10 victorias.
La UNED no es solo una universidad o un grado, es una experiencia de autocomprensión, de fuerza y resiliencia, de amistad y compañerismo. Todas esas cosas se quedan con nosotros aunque no lleguemos a la meta. Mi experiencia en la UNED, con sus pros y contras, me han hecho mucho más fuerte y positivo, me han dado un punto de vista que antes no tenía, ha enriquecido mi vida e incluso mi espacio interior. Es por ello por lo que, entre otras cosas, intento echar una mano siempre que puedo.
Si alguna vez se sienten cansados recuerden que es normal, porque la UNED no es fácil. Recuerden también que no es malo tomarse un descanso para recobrar fuerzas, ni irse a tomar una caña para despejar la cabeza. Lo realmente importante es enfrentarse al grado con fuerza, tesón y constancia. Al final, se consigue; al final, hasta el gigante más alto cae por el golpe de una honda.
Muchos ánimos!
Buenos días a todos,
Poco más que añadir a lo que ya han dicho los compis respecto a estudiar-trabajar. Voy a exponer por encima mi experiencia por si le sirve a alguien:
Dejé de estudiar antes de acabar el bachillerato por ponerme a trabajar cuanto antes para ganar dinero y poder permitirme una vida normal: tanto por salir de fiesta como para poder independizarme con la que por entonces era mi pareja. Nunca se me han caído los anillos con nada así que trabajé de todo: camarero, repartidor de propaganda, carpintero… pero como tengo cabeza e, irónicamente, siempre me ha gustado aprender, mis pasos me llevaron a trabajar primero en una asesoría jurídica como administrativo y luego como soporte en un despacho de abogados. Todo genial, pensaréis. Un buen trabajo, dinero que paga las facturas, en fin, esa vida normal que quería.
Un día me di cuenta que no era feliz, no me sentía realizado sino más bien idiota porque siempre quise ser jurista y ahora me encontraba “sirviendo” a los juristas. No me malinterpretéis, es un trabajazo pero no era para mí. Sin embargo, ya me sentía atrapado, no podía dejarlo porque había que pagar facturas.
Otra vuelta del destino hizo que acabase muy mal en el despacho en el que trabajaba, hasta el punto de que actualmente sigo de juicios con ellos por temas de despido. Y ¿ahora qué? Sin titulación, sin dinero, con muchas cosas que pagar y mucha, pero mucha, agua al cuello.
Digamos que ese fue el punto de inflexión, el punto de ruptura para mí. Decidí que era el momento de romper el círculo vicioso en el que me encontraba, que me iba a costar un enorme sacrificio (como me gusta decir riéndome a los que me preguntan “cuesta un potosí”) y me matricule en el curso de acceso a la universidad de la UNED con el poco dinero del que disponía (no sabía lo de las becas para ese nivel). Me dejé literalmente los codos para sacar el curso y que me alcanzase la nota para becarme al año siguiente y lo conseguí. Me apunte a todas las asignaturas de primero y las he sacado con una nota media de 8.5. Ahora acabo de empezar segundo también apuntado a todas y espero seguir con estos resultados. ¿Qué me agobia? Claro. ¿Qué el dinero tira mucho? También. ¿Qué más que vivir sobrevivo sacando pasta de debajo de las piedras? Nada nuevo bajo el sol. Pero hoy puedo decir orgulloso que me siento mucho más realizado que antes, que voy camino de ser quien quiero ser y de que tengo un futuro que antes no tenía, mi horizonte es infinitamente más amplio ahora. Hay dos caminos, y el otro se donde conduce porque ya he estado allí.
Saludos y fuerza!