En España la independencia judicial es un principio del ejercicio de la funcion jurisdiccional, fundamento del principio constitucional de la división de poderes, la realidad es bien distinta. Muchos jueces, por desgracia, no han sabido o querido resistir los cantos de sirena partidistas.
Gómez de Liaño ha sido uno de ellos, debería preguntarse por qué otros compañeros no están inmersos en el pin-pan-pun de la lucha política. Cuando un juez abraza y sirve los intereses de un partido deja de ser juez, al ser también parte, y su lucha ya es con los jueces-parte del contrario.