Considero que el negociete de los catedráticos y asimilados en la UNED es un semimpuesto revolucionario, vamos, un asalto a navegantes ahora que está tan de moda: Que si se tiene usted que comprar un libro, porque lo va a necesitar para realizar el examen, que si compra otro se lo dejo para hacer con más facilidad el examen, con lo que no vas en igualdad de oportunidades si no lo compras, que si la materia de examen está contemplada en dos libros diferentes a tropecientos mil euros cada uno, que si le dejo que entre en el examen con una compilación legislativa que me ha hecho algún becario del Departamento y de la que tengo los derechos de autor, que si actualizo el texto con una edición anual, a veces, cambiando exclusivamente el orden del temario, y ya picarán algunos alumnos, que... A algunos de ellos se les haría un favor comparándoles con Pernales. Conclusión: O le ponemos coto evitando en lo posible comprar libros que, en un buen número, no pasan de ser apuntes mal editados, encuadernados con tapas, o tendremos que preparar más dinero para los libros que para la matícula. Bueno, eso ya sucede.