¡Menos mal que estaba mal escrito!

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Ha sido ahora mismo, hace cosa de unos cinco minutos. Estaba naturalmente escuchando Es Radio y a César Vidal. Era el espacio de Sagrario Fernández Prieto, donde salen incorrecciones lingüísticas de los medios de comunicación.

Alguna incorrección estaba relacionada con el tema del Islam. Y no recuerdo muy bien en qué consistía la incorrección concreta, pero sí recuerdo la noticia.

Pues bien: la noticia es aterradora. Las mujeres islámicas de una población italiana (no recuerdo cuál ha dicho), necesitan el consentimiento del Mulá, para ir al médico.

Ésta es la cruda realidad: ¡menos mal que estaba mal escrita, porque a lo mejor si no fuera por eso, esta noticia habría quedado en la sombra y habría pasado desapercibida!

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Necesitamos un medio de comunicación que se haga eco de estos asuntos. Lo digo en serio:

1. Entiendo que Gúrtel sea un plato apetitoso para algunos.
2. Entiendo que Bono sea un plato apetitoso para otros.
3. Entiendo que lo de Garzón no debe ser silenciado.
4. Entiendo, en fin, que tenía que haber un medio que se hiciera eco de lo del 11-M.
5. Entiendo que, este medio se hace eco también de Gúrtel, por aquello de no desentonar y para dar una bofetada a sus competidores, en el sentido de que yo hablo de lo que sacáis, pero vosotros, no habláis de lo que yo saco.
6. Entiendo igualmente, que las agresiones del nacionalismo no deben quedar silenciadas.

Pero a día de hoy, el asunto del caballo de Troya islámico es mucho más importante que todos éstos juntos, y esto que estos asuntos son ciertamente importantísimos. Repito: nos la jugamos. Repito: son la mayor amenaza. Repito: se están aferrando a nuestro cuello. Al cuello de la democracia.