Es más: estaría bien que no se pudiera alegar ninguna vulneración de la libertad religiosa, sin citar las partes de los textos sagrados que se consideran vulnerados.
No limitar este tipo de denuncias de vulneraciones de la libertad religiosa, es como permitir a un ciudadano que no ha sido aludido, reclamar el derecho al honor contra un medio de comunicación, por una noticia de la que ni han hablado o por una opinión que no se ha emitido.