En memoria de los bomberos del GRAF de LLeida, muertos en el incendio presuntamente provocado de Horta de Sant Joan. El mejor recuerdo y reconcocimiento de su labor lo podemos realizar pidendo JUSTICIA, en su nombre y en nombre de tantas y tantos bomberos, policias, guardias civiles y otros cuerpos de seguridad, por labor arriesgada y desinteresada que cumplen cada dia, luchando por nuestra seguridad.
En su memoria y por su esfuerzo.
Saludos
Maria
El equipo de seis Bomberos de los GRAF de Lleida atrapado en julio por el incendio de Horta de Sant Joan realizó hasta cinco llamadas de emergencia para su inmediato rescate entre las 16.00 y las 17.00 horas del día 21. El rescate no se produjo hasta pasadas las 17.00 horas y sólo sobrevivió uno de los seis hombres. Después de analizar un informe de los Bomberos, el abogado Pau Simarro, que representa a la familia de una de las víctimas, llegaba a dos conclusiones: “Puede ser que alguien no estuviera en su lugar cuando era necesario o que alguien no tomara la decisión oportuna en el momento más crucial”.
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El abogado Pau Simarro, representante de la familia Espinet, hizo ayer un escalofriante relato de las llamadas de emergencia realizadas por el GRAF de Lleida a sus mandos el día 21 de julio de 2009, registradas en un informe de los hechos realizado por los Bomberos.
El GRAF de Lleida, el de Barcelona y un equipo BRIF de Medi Ambient se encontraban el día 21 de julio en “la punta de lanza” del incendio de Horta, y cada uno estableció una “zona segura”. Es decir, un perímetro sin combustible donde las llamas no los pudieran atrapar. Pero cuando vieron que la situación era insostenible, sobre las 16.00 horas, empezaron a hacer llamadas de emergencia para que los sacaran de aquel infierno. Un medio aéreo de Medi Ambient rescató a los BRIF, pero los GRAF permanecieron en sus posiciones.
“¡Hijos de puta, venid a buscarme!”
La primera llamada de emergencia del equipo de Lleida se recibe a las 16.06 horas. La situación se ha vuelto adversa y la zona segura ya no es tan segura. El equipo quiere salir del lugar. A las 16.12 horas comunican a través del móvil ya no con la emisora, sino con la base de Lleida porque no han recibido respuesta. El único superviviente, Josep Pallàs, informa de que “el equipo GRAF Lleida está atrapado, que suba ayuda”. La operadora contesta que pasa la información al mando del operativo.
16.15 horas: segunda llamada de emergencia a la emisora. Nada.
A las 16.16 horas la emisora número 5 recibe el siguiente mensaje desesperado de Josep Pallàs: “¡Estoy solo y quemado! ¡Hijos de puta, venid a buscarme!”
16.45 horas: última comunicación. Sólo se registra que alguien del GRAF Lleida ha presionado de nuevo el botón de emergencia. No hay comunicación verbal.
“Curiosamente, no hay registro en el informe de las respuestas a sus llamadas”, señalaba ayer Simarro al respecto.
Ante todos estos hechos, el letrado considera que todavía falta tomar declaración a los mandos de los Bomberos que intervinieron en el efectivo de extinción para que aclaren por qué este informe no registra las respuestas a las comunicaciones del GRAF Lleida. Y lo que es más importante: ¿por qué no se les fue a rescatar antes?
Después de tener acceso al sumario judicial del caso, Simarro explicó también que el único superviviente del equipo fue interrogado hace dos meses por los Mossos d’Esquadra. A la pregunta de si estaba inutilizado el sistema de comunicaciones, Pallàs contestó que “no”. Es más, incidía Simarro, de los informes se desprende que las comunicaciones habían sido perfectamente fluidas hasta ese momento.
Los Mossos también preguntaron a Pallàs si se hubiese quedado en el lugar si hubiese visto el incendio de forma global, a lo que también contestó que “no”. “Ésto nos lleva a pensar que no estaban informados de lo que realmente era el incendio y que no fueron recogidos a tiempo”, aseveraba Simarro.
Este informe se contradice con otro hecho público en algunos medios de comunicación ayer en el que Interior afirma que la última comunicación que tuvieron con el GRAF de Lleida fue la de las 16.06 horas.
La mano del diablo
Por otro lado, los Mossos no se creyeron la versión del rayo y desde el principio investigaron la intencionalidad del incendio, indicó ayer Simarro. Fue precisamente el nuevo Comisario de los Mossos en Lleida, Joan Figuera, quien inició esta investigación a la cabeza de la comisaría de Tortosa. Investigaron las alertas al 112 y una de ellas era de uno de los acusados. Llamó 30 minutos después del inicio del fuego.
La actitud sospechosa del joven les llevó a pinchar el teléfono de los dos detenidos mediante orden judicial, cerrando así el círculo alrededor de los sospechosos, que reconocieron ante la jueza haber encendido el fuego pero negaron intencionalidad: “Ha sido como la mano del diablo”. Pero sus versiones se contradecían y, pese a asegurar que estaban “cagados de miedo”, los Mossos hallaron fotos de ellos sonriendo junto al fuego.
Piden la declaración como testigos de cinco mandos de Bomberos
El abogado de la familia Espinet, Pau Simarro, pidió ayer a la jueza de Gandesa por escrito tomar declaración en calidad de testigos a cinco mandos de los Bomberos que participaron en la extinción del fuego de Horta de Sant Joan “porque no se atendió a las llamadas de emergencia [realizadas por el GRAF de Lleida entre las 16.00 y las 17.00 horas del día 21] y no sabemos la razón”.
Asimismo, Simarro ha pedido al forense que evalúe el estado físico y psíquico del único superviviente, Josep Pallàs, porque considera su testimonio “primordial”. “Todavía es prematuro decir de qué acusaremos”, indicó el letrado, que añadió que de las declaraciones podría derivarse una acusación contra la Administración. “Lo único que quiere la familia Espinet es la verdad”, dijo el letrado. Respecto a los detenidos, sí acusarán por el incendio pero no saben aún si lo harán por homicidio imprudente.