La bolsa acusa las dudas sobre España
La pasada semana el FMI y las autoridades de la Eurozona reclamaron al Ejecutivo español que cumpla el plan de ajuste del déficit, reforme el mercado laboral y complete la reestructuración del mercado financiero.
El organismo monetario fue muy explícito y además de meternos en el mismo saco que a Grecia, Irlanda y Portugal, los países con una grave situación económica, el selecto grupo llamado Euro Área 4 (EA4), alertó del riesgo de una “generación perdida” debido a que uno de cada dos jóvenes está en el paro. La bolsa se dio un buen paseo a la baja, pero por supuesto el Gobierno no se dio por aludido y continuó buscando culpables para justificar sus errores.
Sin embargo, la mirada de los inversores europeos estaba puesta en Bruselas, en la reunión que los ministros de Economía de la Unión Europea y el FMI llevaron a cabo para estudiar la manera de ayudar a Grecia y aprobar el rescate de Portugal. El impacto que debió causar el escándalo y la detención de Dominique Strauss-Kahn, el director gerente del FMI, también solapó la reprimenda otorgada a nuestro país, de manera que ni la bolsa ni la prima de riesgo mostraron cambios significativos.
En las siguientes jornadas, el interés se centró en Grecia. En la Eurozona, da pánico pensar en una reestructuración de la economía helena. Todas las bolsas acusaron esta preocupación y el Ibex 35 siguió bailando entre los 10.400 y los 10.300 puntos. Lo peor en nuestro mercado estaba por llegar y, probablemente, nadie hubiera adivinado el desencadenante. El llamado “Movimiento 15-M” o “de la Puerta del Sol”, ha sido recogido por toda la prensa internacional y ha recibido una lectura muy negativa.
Casualidad o no, la prima de riesgo de la deuda española ha subido en las últimas dos jornadas, ya que los medios de comunicación extranjeros destacan que ante estas manifestaciones el Gobierno puede gastar más. No van desencaminados, ya que se ha apresurado a prometer 1.300 millones de euros el próximo curso en becas, y además advierte que un cambio de color político en ayuntamientos o comunidades puede provocar que se saquen a la luz algún otro déficit oculto. La credibilidad de España está por los suelos y la bolsa lo refleja.