El mayor narcotraficante de hachís del mundo, y al que probablemente, se le acabaría el chollo si se legalizara esa droga, es nuestro mayor enemigo, Mohamed VI, sultán de Marruecos.
Sin embargo, todos los políticos colaboran con semejante delincuente, se supone que porque les mola hacer negocios con el enemigo. Por eso no legalizan el hachís. El tráfico de hachís es lo que mantiene a Mohamed VI, y viceversa. Pero al mismo tiempo, nuestros políticos tienen no se sabe qué vergonzosas hipotecas con Mohamed VI. Por eso lo sostienen, por eso permiten la invasión musulmana y por eso no legalizan el hachís, que literalmente, borraría del mapa a Mohamed VI y a su régimen, que subsisten gracias a que nuestros políticos le dan oxígeno.