El juez le ha puesto en libertad tras probar que compró la batería en un desguace sin saber que tenía dentro 3,6 kilogramos de hachís
Ha pasado seis meses en la cárcel acusado de un delito de tráfico de drogas que no cometió. El juez lo vio tan claro en el juicio, que le puso en libertad inmediatamente con una sentencia absolutoria que pronunció 'in voce'. El objeto del delito fue una batería de coche que compró de segunda mano en un desguace, desconociendo que en su interior ocultaba nada menos que 349 bellotas de hachís.
La pesadilla para J. M. H. comenzó el pasado 13 de febrero cuando la Guardia Civil le paró en la autopista AP 46, a la altura de Antequera. Se trataba de un control rutinario de vehículos y personas. Los agentes le pidieron que abriera el capó en cuyo interior llevaba cuatro baterías usadas de coches. Un perro adiestrado en la detección de estupefacientes dio la alerta sobre uno de los aparatos. Una vez abierto se comprobó que la batería tenía su interior 349 bellotas de hachís, que arrojaron un peso de 3.655 gramos. Inmediatamente el hombre fue acusado de un delito contra la salud pública y el juez lo envió a la cárcel.
El pasado día 25, seis meses después de que ocurrieran los hechos, se celebró el juicio que ha acabado con la pesadilla de J. M. H. Su letrada, Fátima Fabregat, de Molina Abogados, ha conseguido demostrar su inocencia, convenciendo al juez con pruebas que su cliente nada tenía que ver con la droga y que no se dedicaba al tráfico de estupefacientes.
El acusado dijo en su declaración que de las cuatro baterías que llevaba en el maletero, una la había comprado el día que lo detuvieron y que las otras tres eran viejas y las había cogido para venderlas como chatarra. Explicó que se dedicaba a adquirir objetos de los desguaces para revenderlos después. Su abogada lo acreditó con la fotocopia de una nota de entrega de la batería en cuestión, que era de la marca Delphi, con fecha del día en que fue detenido su defendido, así como otros documentos de adquisición de baterías y objetos procedentes del desguace.
El juez ha considerado que la única prueba de cargo contra el acusado solo acredita que una de las baterías que transportaba contenía droga, pero esto «no permite determinar que tuviera conocimiento de lo que transportaba». Añade que si, como ha sido el caso, la defensa acredita mínimamente que J. M. H. se dedica con habitualidad a adquirir objetos de segunda mano en los desguaces «no se puede afirmar que el acusado hubiera adquirido la batería con conocimiento que tenía hachís».
En otras palabras, para el magistrado es «posible» que al desguace fuera a parar un coche utilizado para transportar hachís y «verosímil» que el hombre comprara la batería de ese vehículo desconociendo su contenido.
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LoginMi pregunta es, apartando tal aberracion y destruccion moral que conlleva ser retenido en un centro penitenciario durante ese tiempo.. ¿que indemnizacion podria corresponderle por esos seis meses en la Carcel?