Grecia pidió unos rescates y a cambió aplicó unas políticas de austeridad. Recortes de pensiones, despido de funcionarios, subidas de IVA e impuestos. Recortes en sanidad y educación.
Pero es que resulta que las políticas que les hicieron aplicar para recibir el dinero han causado que les sea imposible pagar. Entonces, ¿quién es el culpable el paciente que se toma lo que le recetan o el médico que firma la receta?
Venga que se vayan, que los siguientes en colapsar somos nosotros. La suerte de Grecia está ligada a la nuestra, porque nosotros no vamos a cumplir los objetivos de déficit de firmamos sin recortar aún más. Por lo que se prevé que vamos a asfixiar aún más nuestra economía, teniendo en cuenta nuestros niveles de endeudamiento, y el miedo de los mercados con la salida del Euro supondrían que los siguientes en no poder pagar seríamos nosotros.
Que hay que pensar un poco las cosas antes de decirlas. Por amor de dios...