¡Qué interesante hilo y qué orgullo tener estos compañeros!
Pues remontándonos a la Prehistoria, yo de pequeña quería ser detective o ...payaso¡ Luego, mi objetivo pasó a ser Veterinaria. Pero el embarazo y matrimonio a los 18 años, truncó esos sueños. Terminé el COU, por ciencias puras, pero no me examiné de Selectividad, así que cuando, años después, en sucesivas ocasiones, intenté inscribirme en el Acceso a la Universidad a mayores de 25, no se me permitió y se me obligaba a realizar la selectividad. Incluso intenté que se me permitiera asistir de oyente a COU, pero no fue factible por tema de seguro escolar, según dijeron.
Cumplí, en parte, mi sueño, al trabajar muchos años como auxiliar de Veterinaria, un trabajo que me encantaba. Pero como ya conté una vez, en 2002 decidí traer a casa a mis padres y a mi hermana con síndrome de Down, y una dependencia severa que se iba agravando muy rápido.
Dicha situación la pude compaginar con mi trabajo, reduciendo la jornada, hasta el año 2008, en el que su situación se agravó tanto que requería atención permanente 24 horas, por lo que decidí dejar mi trabajo y permanecer en casa cuidándolos. A los dos años, me iba a volver loca y tuve noticias del acceso a mayores de 45 años y comprobé que podía presentarme pese a tener el COU aprobado, así que, me lancé a por ello, por pura salud mental y por arrancar esa espinita clavada durante tantos años.
¿Por qué Derecho? Primero, porque no había Criminología en la UNED (lo que realmente me gustaría es ser perfiladora). El segundo motivo fue lo inútil, indefensa, dependiente y maltratada que me sentí cuando tuve que solicitar la incapacitación de mi hermana (modificación judicial de la capacidad ahora). No comprendía el porqué los mecanismos articulados, supuestamente, para proteger al discapaz, eran el muro contra el que chocar continuamente áquellos que sólo pretendíamos cuidarla y protegerla. Y me juré, como Escarlata O'Hara, que nunca más volvería a sentirme así delante de nadie.
Ahora, con el grado y el máster finalizados, he conseguido sacarme varias espinas: sé que soy capaz, incluso buena, en el campo del Derecho. Así lo han confirmado mis calificaciones y algunos jueces, tras los laboratorios de juicios simulados, me han llamado aparte para decirme que mi actuación había sido absolutamente profesional. Yahora, comprendo el porqué y tengo armas para intentar cambiar las cosas. " El mar puede matarte, pero si lo conoces, al menos sabrás el dónde, el cómo y el porqué" Y eso, para mí, es muy importante.
He descubierto que me apasiona el Derecho y, estudiarlo, me ha cambiado. Ahora pienso como jurista (de reconocida incompetencia y con ningún año de ejercicio), y casi que me desdoblo cuando pienso. Para mí, el Derecho es como un puzle y cada caso es un enigma, que has de articular en torno a la prueba que tienes. Con él, puedo ser detective e, incluso, aunque el derecho continental lo permita menos, payaso en cierto modo. Un Magistrado de la A. Provincial que nos dio clase en el máster pronunció la que fue para mí la mejor frase del curso: " No me contéis penas, que no las voy a admitir. Pero sed conscientes de que, el drama puede articularse jurídicamente, aunque para eso hay que estudiar mucho"
Al final, voy a escribir un tomo como siga así. Profesionalmente, estoy en standby. Mi edad, 55, y mi falta de experiencia y de preparación en otros ámbitos (los idiomas, por ejemplo), hacen que se complique. Y no tengo mucho espíritu empresarial, la verdad. Pero daré leña en cuanto pueda, aunque sea a título no lucrativo, ayudando a quien no pueda pagarlo.
Esa es mi motivación y me siento muy feliz de haber logrado mi sueño.
Un abrazo y perdonad el tocho, compis.