También este es otro asunto en el que, por lo visto, no hay manera de mantener la objetividad. A lo largo de mis intervenciones podréis comprobar que denuncio la falta de seguridad jurídica que proporcionan ciertas leyes al desigualar en aras de una ficticia igualdad.
La ley debe ser igual para hombres y mujeres, considero que ni siquiera en algunas de esas leyes se tendría que hacer mención al género, pues al hacerlo, ya se está desigualando.
Es cierto que hay muchos "individuos", pero no menos cierto también que hay muchas "individuas". Estas individuas salen mejor paradas en muchísimas ocasiones actualmente, aprovechando la legislación desigual.
Vemos continuamente que los jueces no son imparciales, que tienden a proteger a la "individua" inmediatamente con medidas cautelares contra el varón, sin ni siquiera haber echado un vistazo al asunto. Una mujer denuncia a un hombre e inmediatamente tiene en casa a la pareja de la guardia civil. Un hombre denuncia por el misnmo asunto a una mujer, y el tratamiento es distinto (por no explicitar a qué se expone en la comisaría o cuartelillo el denunciante), con la consiguiente frustración para el mismo.
Ante la ineficacia de las normas, se tiende a endurecerlas, y eso no funciona ni funcionará jamás. Lo único que hace es acrecentar la desigualdad y las consecuencias cada vez son y serán más graves.
El temor a la impopularidad de jueces y magistrados, el afán desmedido por conseguir votos, la rapiña de much@s que se aprovechan sin escrúpulos de la coyuntura, la desinformación, la manipulación grotesca de algunos medios, etc etc. está fomentando en muchos casos una desigualdad coronada por leyes ineficaces que llevan a la sociedad, en muchos casos, al crimen.
Esperemos que, por lo menos, en este caso concreto, el "individuo" y la "individua", sean condenados en su justa medida.
Igualdad absoluta y real para todos, sin distingo de ninguna clase.