Yo creo que ustedes no leen lo que escribo, ni están abiertos a escuchar otras opiniones que las suyas propias.
Ustedes tienden a inventarme¿porque?.
Parten de la base de que yo planteo un método conductista, que si leyeran un poco se darían cuenta que no es así. Dicen que no soy democrática,no es cierto, yo creo que los valores democráticos se deben infundir en la familia, como otros valores, lo que de ninguna manera significa que la familia sea democrática.
Leyendo lo que dicen parece que ustedes han sacado la conclusión, de que soy una tirana, acabo de decir que a mis hijos no les eduque la vejiga mediante el castigo y ustedes siguen obcecados en repetir que yo he utilizado el castigo .Eso no es así, ni lo he dicho ni alguien que verdaderamente me hubiera leido con normalidad lo deduciría.
La familia es la base de la sociedad, donde se tienen que inculcar los valores, los valores los inculcan quien los tiene, los niños no nacen con valores, los valores se aprenden de quien lo sabe y los tiene.
Cada padre da un determinado valor a los principios y hace lo posible porque sus hijos los sigan, eso es algo que no se puede consensuar con el niño. Tampoco hace falta darle una paliza, pero hay que usar métodos de persuasión, como estímulos positivos(premio) o ne gativos (castigo) que no significa una torta pero puede significar una falta de sonrisa cuando lo realiza.
La democracia, para mi es un valor, pero mi hijo en principio no sabe que es, yo trataré de enseñarle no de forma rápida pero si continuada las ventajas de la democracia, pero soy yo la que conduzco de forma unilateral, aunque ello implique escuhar sus opiniones, no hay consenso hay métodos para encauzar al niño, incluido la conversación, pero es obvio que mi hijo no me va a convencer de que los valores democráticos son una caca porque yo a pesar de escuharle haré todo lo psible e imposible por llevarle
a mi terreno, que es el fin de la conversación, no el consenso.
En el momento que el padre no trasmite valores o principios, por cualquier método se genera un vacio, el niño hace lo que el considera que es lo mejor para él, que no siempre es lo mejor ni para las sociedad ni para el mismo, y ahí el padre debe imponer su autoridad, que no es autoritarismo.
Escuhar a los hijos con el fin de inculcar valores democráticos, es un buen método. Pero no es democrático, puesto que es el padre el que quiere imponerlos.
Hay que diferenciar entre imponer valores democraticos y que la familia sea una institución democrática.
Lo que no es de recibo es que mis hijos desde pequeños me hayan dicho que no quieren ser maestros porque es horrible aguantar a los niños.
La ESCUELA no es una institución democrática, lo que no quiere decir que se tenga que pegar, pero se han confundio los términos.y hemos pasado de llamar maestro a profesor de profesor a señorita de señorita a seño de seño a Pepita, de PEPITA
a la TIA ESA, y de la tía esa a dar una patada a la maestra, es lo que hay.
Claro que estamos perdiendo un principio , el principo de las formas, que es básico para respetar a los demás, y lo hemos cambiado por el todo vale.
Si tuvieran alguna capacidad de análisis se darían cuenta porque les conté el pasaje de la maleta...