AHORA CAIGO!!!!!!
Hoy, paseando por la ciudad me he dado cuenta de que todo esto del revisionismo tiene sentido. Decía Marx que la hitoria se repite, la primera vez como tragedia, la segunda como farsa. O eso se deben haber creído las eminencias grises del PP. Si bien la revisión de la guerra civil y sus prolegómenos comenzó hace años, ahora, siguiendo el principio según el cual los monstruos creados por el aprendiz de brujo terminan cobrando vida propia, la revisión sirve para comprender los tiempos presentes. Hay un sutil paralelismo entre la nueva versión de la guerra civil dada por el revisionismo (léase, César Vidal, la cadena COPE y Pío Moa) y los tiempos actuales. La nueva versión insiste en que la segunda república se promulgó de manera fraudulenta, mediante recuentos parciales de votos, apaleamientos diversos y otras triquiñuelas propias de los bolcheviques: al igual que el PSOE llegó al poder de manera espúrea tras el atentado de Atocha, en medio de la movilización de masas (agit-prop, diría Jiménez Losantos) y las manifestaciones frente a las sedes del PP. Por otro lado, la revisión de la guerra civil incluye una conspiración desde dentro de la república para romper la unidad de la patria (recuerden Compayns, etc), al igual que ahora el PSOE quiere dinamitar la unidad territorial con el Estatut. La versión de los revisionistas incluye una alianza sercreta del PSOE con los enemigos de España, en concreto con Stalin, para iniciar la revolución proletaria, al igual que ahora Zapatero de muestra condescendiente con el moro malo. Por supuesto, los ataques a la iglesia católica durante el periodo 1931-1936 (quema de conventos, disolución de órdenes, prohibición de la docencia, etc) tiene su correlato en la reforma de la enseñanza y en los aires de laicismo que algunos parecen respirar. La ley republicana del divorcio se transmuta en la ley que reconoce los matrimonios homosexuales. Y así, como diría Quevedo, “ayer se fué, mañana no ha llegado / hoy se está yendo sin parar un punto / soy un fué, y un seré y un es cansado.”
La nueva versión de la guerra civil tiene una utilidad política y didáctica, por no decir profiláctica, evidente. Es incluso un ejercicio de futurología probabilística para los pedorros que insisten en que la historia se repite.
Ya decía yo que nada inocente puede esperarse de una compaña editorial tan bien preparada…