EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza
SOCIEDAD Y CULTURA
La reforma permitirá trabajar en cualquier país europeo a los universitarios asturianos
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La convergencia obliga a renovar todas las carreras y los métodos pedagógicos
Oviedo, R. SARRALDE
La Universidad ya está inmersa en un proceso revolucionario para equiparar sus estudios al resto de la Unión Europea a lo largo de este lustro. El llamado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) trata de armonizar todos los sistemas universitarios de tal forma que los titulados españoles puedan competir en un mercado laboral de unos 500 millones de habitantes. El proceso de convergencia obligará a cambiar la estructura de todas las carreras y a renovar los métodos de enseñanza. Pero ¿en qué consiste la reforma? ¿Y cómo afectará a la Universidad de Oviedo?
l Estudios con otra duración. 3+1+1. Podría ser el sistema de los Grizzlies de Pau Gasol, pero no. Se trata de la nueva duración de las enseñanzas universitarias: un ciclo de tres años, más un período de formación práctica para obtener el título de grado y un año más para los que quieran hacer un posgrado. Pero mejor vayamos por partes y analicemos los niveles de Grado y posgrado por separado.
l Grado. Será el primer ciclo de los estudios universitarios. Comprende enseñanzas básicas y de formación general junto a otras orientadas al ejercicio profesional. El título habilitará para el mercado laboral europeo. Tendrá cuatro cursos de duración, los tres primeros (180 créditos) de formación académica y el cuarto (que oscilará entre tres meses y un año) tendrá un contenido más práctico. Para obtener el título los estudiantes deberán presentar una memoria o proyecto de fin de carrera y defenderlo en una exposición oral. Los que estudien sólo los tres primeros años tendrán un diploma no oficial. No obtendrán el título de grado, pero sí podrán acceder a los posgrados.
l Posgrado. Su duración variará en función de la formación previa del estudiante, entre 60 y 120 créditos (entre uno y dos años). Puede ser de carácter profesional o académico-investigador. Estos programas, que ahora se estudian como títulos propios, pasarán a ser títulos oficiales.
l ¿Quién pagará los posgrados? Un asunto peliagudo. Los másteres suelen ser caros, ya que no hay una normativa que regule el precio de los cursos. El Ministerio ha prometido que los futuros programas tendrán tasas públicas. Pero si la Administración no establece alguna vía de financiación en la Universidad pública podrían darse dos tipos de problemas: que los alumnos con menos recursos tengan dificultades para matricularse o que las universidades públicas no puedan competir con las privadas a la hora de ofertar los cursos que precisen más medios tecnológicos.
l Doctorado. El título de doctor seguirá siendo el máximo grado académico y se obtendrá tras cursar un programa de doctorado y realizar una tesis doctoral.
l Los títulos ya no se llamarán de la misma forma. Las titulaciones que se darán a los alumnos se denominarán «licenciado en...», «ingeniero en...», «arquitecto» o «maestro». Los estudiantes que superen con éxito el posgrado (de uno a dos años de duración) recibirán el título de «máster» y los que realicen a continuación el doctorado obtendrán el título de «doctor».
l ¿La Universidad de Oviedo perderá carreras? Aunque el mapa provisional diseñado por el Ministerio de Educación reduce a la mitad las 140 carreras del catálogo universitario español, el rector Juan Vázquez garantiza que todas las enseñanzas tendrán encaje de una u otra forma y que al final del proceso la Universidad de Oviedo tendrá más títulos. Entre otras razones, porque concederá títulos de posgrado que antes eran más propios de la iniciativa privada. Lo que ocurrirá es que, al desaparecer las diplomaturas y las licenciaturas, la mayoría de las carreras tendrá un nombre y una duración distintos. Los cambios más sustanciales afectarán a Magisterio, a las filologías y a las ingenierías, que fusionarán en un solo título las enseñanzas superiores y las técnicas.
l ¿Quién decidirá lo que tiene que estudiar cada alumno? El Ministerio de Educación elaborará 120 (dos años) de los 180 créditos (tres años) de formación académica básica (contenidos comunes) de las titulaciones de grado y las universidades dispondrán de los 60 restantes en los planes de estudios para los itinerarios o las menciones de cada carrera. También participarán en la confección de los hasta 60 créditos adicionales que se emplearán en el trabajo de fin de carrera o las prácticas tuteladas.
l ¿Es necesario reformar todos los planes de estudio? No quedará más remedio si hablamos, más que de una reforma, de un profundo cambio estructural de las universidades. De hecho, la Universidad de Oviedo renovará todos sus planes de estudio a partir del próximo curso y quiere tener lista una veintena de titulaciones adaptadas al espacio europeo para el curso 2007-2008.
l ¿Y qué pasará con los títulos que concede ahora la Universidad? Nada. El grado y el posgrado no afectarán a los efectos académicos o profesionales de los títulos ahora vigentes. Además, los alumnos que tengan un título del anterior sistema podrán ser admitidos en los nuevos programas de posgrado.
l Suplemento europeo. Es un certificado que se añadirá al título. El diploma incluirá la trayectoria académica y profesional de los universitarios.
l Créditos. En esta información se ha empleado mucho este término. Tiene su lógica: las enseñanzas se estructurarán por el modelo de créditos ECTS (sistema de transferencia de créditos europeos), que facilitará el reconocimiento de los títulos.
l Una nueva concepción de la enseñanza. Se acabaron las clases magistrales y el examen a una carta. El sistema de créditos, que permitirá a los estudiantes construir con mayor flexibilidad su propio currículo, se centrará en las destrezas del alumno más que en los contenidos de la asignatura y valorará el volumen de trabajo total de los estudiantes expresado en horas. Cada crédito, en el futuro, equivaldrá a entre 25 y 30 horas. Se tomarán en consideración las clases teóricas y prácticas, el esfuerzo dedicado a la preparación de los exámenes (incluso el tiempo de estudio en casa) y las horas de tutoría. Hasta ahora, los créditos se configuraban midiendo el número de clases. Lo más probable es que éstas se reduzcan.