No sabes si habla claro, porque no le escuchas. A los que le escuchamos, nos queda muy claro que habla clarísimo. Defiende las libertades que otros no defienden, porque carecen de ella y carecen de voluntad. La defiende con ejemplos muy fáciles de comprender y que entiende todo aquel que tenga buena fe y no tenga perturbado el entendimiento. Su ideología es la defensa de los derechos humanos, la ideología de otros es acabar con las libertades.
A diferencia de otros, no pide el cierre de la SER, aunque para mí la SER está muerta y enterrada. Los otros pedían el cierre de la COPE cuando estaba ahí Federico.
Y no hay duda, de que el que hable del 11-M es un valor añadido, pues es el caso más delicado de la democracia. Y tiene un valor añadido por el hecho de que los demás medios no lo tratan, entonces, la gente a la que le preocupan las víctimas del terrorismo y el estado de la Justicia y la democracia, sólo le tiene a él para enterarse del 11-M.
Sin restarle mérito a ese hecho, (que recuerda dramáticamente lo del GAL, cuando los medios socialistas miraban para otro lado porque era un crimen socialista), es cierto que el valor añadido le viene dado por el hecho de que para los otros medios, el crimen del 11-M no existe. (Y ya veremos por qué no existe yo no tengo la menor duda de a qué responde este silenciamiento del 11-M en los medios).
Termino: todas y cada una de las condenas serán revocadas en sede europea, pero en todo caso lo que es obvio es que, en contra de la preferencia relativa del derecho a la información sobre el derechoal honor, opino que debe prevalecer absolutamente la libertad de expresión. ¿O si no a cuento de qué viene el que unas declaraciones mucho más deplorables de Fanlo no sean objeto de condena y quien replica a un insulto sí lo sea? No: las leyes deben estar claras, si la verdad que duele, es verdad, abajo el honor, salvo que sea una verdad impertinente sobre la vida privada de uno.
Pero así como otras cosas son opinables y de difícil verificación, en homenaje a Federico, me voy a centrar únicamente en el caso más claro y jurídicamente más irritante:
¿Han sido miembros de Terra Lliure los de Esquerra Republicana? Sí. (Ver por ejemplo Tardà y Puigcercós, si no recuerdo mal) ¿Se han arrepentido de ello? No. ¿Dónde está la injuria?
Creo finalmente que todo español de bien, debería dar las gracias a Sánchez Manzano porque con su querella, hemos tenido acceso a unas fuentes de información sobre el 11-M que de otro modo no habríamos tenido.