No, amigo: tienes parte de razón, pero el tema es más profundo: no sólo hablada, sino también (y esto a menudo se desprecia) escrita y leída.
El tema, el auténtico tema, es que conocer no es sólo hablar y escuchar, sino también leer y escribir.
El poder con los niños y adultos, difícilmente puede impedir hablar un idioma, pues en muchos casos, las Taifas no disponen de tanques 1, pero la historia demuestra que ni con tanques se puede impedir hablar.
El tema ni siquiera es fomentar el idioma regional, pues para ello (como dice el manifiesto de los 2.300) bastarían acciones en positivo y no restrictivas de derechos. El tema, el auténtico tema, la verdadera raíz del problema, es la consagración del derecho de los poderes públicos estatal y sobre todo taifeños a nuestra aculturación. No les importa que con ello, su acción de imposición en realidad se vuelva contra el idioma regional, pues el idioma regional no es sino un pretexto, una excusa para consagrar su derecho a la aculturación de las masas: su derecho a que las masas sean analfabetas y su derecho a que el conocimiento no sea universal y libre como dice la Constitución, sino iniciático y selectivo.
1 Y, lo peor, es que la última garantía de su pretendido derecho a la aculturación de las masas, son los tanques del Ejército español y las pistolas de la Policía y la Guardia Civil. Estaría bien que en caso de disturbios, se negaran las fuerzas de seguridad a auxiliar a los que pretenden aculturar a los hispanohablantes.