Torrombo. No creo que eso pueda considerarse un enchufismo, por mucho que parada lo grite.
A mi Parada me gusta, porque dice verdades como puños a veces y en cambio, tiene unas tremendas idas de olla, otras. (Bueno, que creo que no escribe él, que falleció, sino es una fundación la que escribe).
Veamos la situación que no planteó Parada en ese libro, que leí también.
En 1.982 cambia el panorama del Estado Español o de la Nación Española, según el gusto, así mismo ha cambiado el Estado anteriormente, siendo social, estableciéndose cantidad de situaciones que son nuevas y debe cubrir las administraciones, así como la inmensidad de competencias asumidas por las comunidades autónomas en una carrera voraz y sin marcha atrás. En ese balance, cambia la política nacional hacia la laboralización del personal de las administraciones que no desempeñen puestos de participación directa o indirecta en el ejercicio de funciones públicas. Comienzan a entrar en las Administraciones cantidad de personal que pasando “pruebas de selección de mérito y capacidad, en procedimientos similares e iguales que el acceso de los funcionarios públicos de acuerdo a los principio constitucionales se vinculan a la misma por una relación de contrato laboral (eso de contratado laboral o administrativo no entiendo la similitud, porque no la veo…).
El panorama europeo comienza a cambiar de nuevo y se tiende al principio de funcionarización, (que es constitucional por excelencia, pero para funciones de funcionario) cuando las funciones se han mezclado, salvo los actos propiamente funcionarizados como son firmas de actos administrativos, cotejos o compulsas, registros de entrada, es decir, las estrictas y propias de los funcionario.
Con independencia del personal anteriormente descrito, las Administraciones también contratan a personas para realizar trabajos determinados que no son funcionarizables ni equiparables, porque no están englobados en cuerpos y escalas de la administración, de aquellas. Éstos cuando llevan un tiempo determinado trabajando comienzan a presentar denuncias contra las Administraciones y ganar juicios en las Salas de los Social hasta 1995, determinándose que quedan “indefinidos” en plantilla, pero que no pueden ni promocionar ni cambiar de puestos. Quedando prohibida este tipo de contratación. Y a partir, creo recordar que del 95 cambia también la jurisprudencia del Supremo al respecto, ya que esos puestos comienzan a ser funcionarizables hasta en la Administación Estatal. (todo esto grosso modo).
Las Administraciones gastan dinero en la preparación de este personal, tanto el laboral fijo como el indefinido, a través de cursos con los años, a parte de la experiencia adquirida por el tiempo del trabajo en las administraciones, desarrollando funciones desde auxiliares administrativos, jurístas, economistas, programadores, etc. Después de la estabilización del empleo en laborales fijos o indefinidos de 1.995.
La U.E. establece directrices que deben ser funcionarios, se establece para seguir estás directrices el EBEP. Y los sindicatos juegan aquí una presión importante en la consolidación del empleo de laborales fijos o indefinidos de aquellas épocas.
Parada, en su libro, de esto no dice nada, y engloba a que a través de esto los partidos políticos han “enchufado” en las Administraciones a sus afines, desprestigiando la forma de acceso por exámenes que son similares a los de los funcionarios, en la inmensa mayoría de los casos, del personal laboral. Indudablemente no pongo en duda que estos hechos hayan existido, pero de existir a realizar una generalidad, me parece que se pasó dos pueblos o tres, alguna villa y ciudades.
Por otro lado, Parada, en su libro, parte de la concepción única y absoluta del funcionarizado en la Administración y de una administración única que se organiza territorialmente, como se explicaba hasta los primeros años de los noventa en las Universidades. Pero resulta que ahora tenemos muchas administraciones, y no una, además tenemos administraciones independientes, más allá de lo establecido en la Constitución e institucionales, agencias, fundaciones, etc.