Vamos a ver, Procesó a Pinochet, cuya cifra de asesinatos en 16 años es bastante inferior a la de Paracuellos: 3.000, Pinochet, por 6.000, Paracuellos.
Y sí, Mario, las actuaciones irracionales, que sólo se explican desde el sectarismo, suelen ser sinónimo de prevaricación. De hecho, la cacería con Bermejo lo que revela, es que estaban de algún modo codo a codo en el tema propagandística.
Porque a todo esto, seamos serios: es obvio que hay dos generaciones de franquistas: la que ganó la guerra y la que desmanteló el régimen. Y es obvio que sólo se podría juzgar a la generación que desmanteló el régimen. Así que, a los únicos que lógicamente cabría juzgar es a Juan Carlos I, a Cebrián o a Sopena. Y es obvio que, aparte de no tener ninguna responsabilidad por los años duros del franquismo, no existe ninguna intención de juzgarlos. La finalidad es criminalizar socialmente el franquismo, para dar un juguete propagandístico (La foto de Lorca) y con ello, otorgar al PSOE un plus de legitimidad, que realmente no tiene.
No podemos prescindir tampoco de los hechos: Garzón lanzó un sumario con unas cifras totalmente hinchadas, haciendo un copia-pega de los textos de Preston, sin contrastarlos, llamando sólo a los historiadores de la propaganda estalinista y no a sus contrarios. ¿Por qué? Porque no le interesa para nada ni la verdad ni la Justicia, sino la propaganda y la demagogia.