Seamos serios, Pakito:
Las desigualdades tienen su base en el individuo, sin decir que los grupos sean idénticos, no puede sostenerse que el carácter diferenciador básico entre los seres humanos, sean el haber nacido en uno u otro sitio.
Que el trato jurídico no puede ser siempre igual, es algo obvio, la cuestión está en el factor diferenciador, que no puede ser por supuesto ni la raza, ni el sexo, ni el lugar de nacimiento. Y digo factor diferenciador a efectos de crear desigualdades jurídicas.
En un sistema liberal, e incluso cristiano, el factor diferenciador básico será en todo caso los mayores méritos puestos de manifiesto por los hechos y nunca por haber nacido en un sitio u otro. El hecho de haber nacido en un sitio u otro, no otorga mayor genialidad, ni estupidez, ni virtud ni defecto. Eso es cosa de cada individuo. Luego la suma será un conjunto que dará como resultado épocas de prosperidad y épocas de decadencia. Y ni las épocas de prosperidad podrán atribuirse a la genialidad de la raza, ni las épocas de decadencia a que ésta venga ya defectuosa de fábrica. Aplíquese esto igualmente a las Casas Reales: los reyes son buenos o no, en función de cómo salga el individuo, no de que por ser Borbón venga defectuoso de fábrica.
Sentada esta premisa que parece elemental, por su lógica y su racionalidad, es obvio que nada justifica las diferencias jurídicas de trato, entre autóctonos y emigrantes. Diferencia por otra parte falaz, en la medida en que es dudoso que pueda encontrarse a un catalán o a un vasco que actualmente provenga de esa supuesta raza autóctona.
Lo cierto es que eso de que los vascos han sido un pueblo diferenciado del resto de los españoles desde tiempos remotísimos:
1. Es falso.
2. Es irrelevante.
3. No otorga derechos.
1. Porque los íberos de lo que posteriormente se conocería como Vascongadas, eran tan íberos como el resto de los que habitaban la Península Ibérica, y en todo caso, tampoco funcionaban como nación aparte del resto de los habitantes. Que yo sepa, tampoco se encuentran instituciones vascas separadas de las del resto de España, salvo en los tiempos de la Reconquista y por las peculiaridades de ésta. (Así por ejemplo, el Señorío de Vizcaya). Los fueros de tiempos de los Austrias, se entendían en el marco de una unidad política, etc. Por cierto: lo que los musulmanes invadieron era Hispania, palabra de la cual viene España. ¡Añádase que durante el tiempo de ocupación, Alfonso III se hacía llamar Rex Hispaniae. Ninguna duda albergaban sobre de dónde procedían y qué era lo que se habían cargado los musulmanes. (A lo mejor hoy mismo o un día de éstos, cuento una anécdota sobre manipulación en la escuela, torpe, pero manipulación a fin de cuentas).
2. Pero en todo caso, en el momento en que, participaron en pie de igualdad con los españoles en su apogeo y decadencia, la discusión sobre de dónde venían, se vuelve irrelevante.
3. En todo caso, no soy tampoco un recalcitrante defensor de la unidad como dogma de fe, pero sí digo (y en eso soy tajante) que ser autóctono o emigrante, no debe ser fuente de trato desigual, puesto que no es en sí mismo ni mayor, ni menor mérito, puesto que éste, depende exclusivamente del individuo y de sus hechos. Serán los hechos y no la pertenencia o no a una raza o etnia, lo que debe otorgarle más o menos derechos.
Y añado que, actualmente la diferencia de trato entre emigrante y autóctono, no está en modo alguno justificada racionalmente. Estará justificada en función de que PSOE y PP y no digamos los nacionalistas, se saltan a la torera la ley y gobiernan de espaldas a la razón. Estará justificada en función de que unos partidos y una población han comprado a los nacionalistas la mercancía averiada de que los autóctonos son una raza no perfecta, pero casi, mientras que los no autóctonos vienen (venimos) defectuosos de fábrica y en función de eso, se produce una diferencia de trato ajena a los méritos individuales y consiguientemente, irracional.
Estará justificada en función de que los no autóctonos no votan en las autonómicas, o en función de que los partidos captan los votos de unos incautos, creyendo que son otra cosa de lo que son.
Estará justificada en función de que, aún queda a los españoles un cierto bienestar, que aprovechan el PSOE y los nacionalistas para vaciarles los bolsillos, despifarrar estúpidamente ese dinero, provocar una deuda inasumible, elevar los impuestos para financiarla vía transferencias (y todo ello mientras por ejemplo Cataluña está a la cabeza del fracaso escolar).
Estará justificada en función de que, todavía hay bancos alemanes que estúpidamente prestan dinero a Zapatero.
En resumen: estará justificada por una serie de factores, ajenos completamente a la lógica y a la razón. Con semejantes disparates sobre razas defectuosas de fábrica, hemos retrocedido milenios en cuanto al pensamiento. Pero ni el resto de España es Tebas, ni los españoles tenemos la maldición de la familia de Edipo, sino la de escuchar cantos de sirena, o ser vulnerables a la demagogia. Pero ese defecto no es español: sino de la raza humana. Otro tanto podemos decir con las grandes obras. La salida de la crisis económica y política, sólo vendrá de la mano de una cierta dosis de liberalismo político y económico, y del paso (otra vez) del mito a la razón.