A ver, Robert: ya no es el discurso, ¡ojalá hubiera sido pésimo, si sus obras fueran magníficas!
Pero ha sido regular: se puede suscribir por todos, pero alejado de la realidad. Y sus obras, no cumple que las juzguemos en este hilo.
Pongo como ejemplo el Papa: soy creyente, pero no así, católico... pero es justo que denunciara la falta de libertad religiosa en China. Es lógico, no ya como católico, ni como creyente, sino que no es nada que no pueda suscribir una persona de bien, de cualquier condición ideológica. Es lógico y es justo.
Pero el Rey, no sólo no habla por ejemplo de las restricciones injustas para utilizar el español, sino que además abre el curso escolar en un colegio donde está injusta e inconstitucionalmente restringido el español y, es partidario de entenderse con los que queman su foto y las banderas de España.
¿Cómo va a ser símbolo de nada, si por no ser no es ni símbolo de sí mismo?
PD: Nada contra los Reyes en sí, pues los hemos tenido muy buenos: ni siquiera contra los Borbones, pues Borbón era Carlos III y era muy buen Rey. Así, los defectos de los reyes no son ni en ser reyes en sí mismos, ni en ser de una casa o de otra, sino en su persona y su obra. Y lo mismo sucede con las virtudes y en general, con todo.