Para ser licenciado en derecho, tuve que decir en los exámenes lo contrario de como son las cosas. Tuve que decir (con mis propias palabras) las mentiras que había leído en los manuales, lo que no quita que fueran eso, mentira. (Que hay estado de derecho, que las instituciones funcionan, que los servidores públicos actúan con honestidad, que el malo nunca gana). Yo ya hice ese papel, y entonces era el personaje, y por eso pone ahí eso de “licenciado”. Pero “licenciado” no es más que un personaje de ficción, como Blancanieves, el Gato con botas, etc.