Escucho a Anguita, escuché a Liaño ayer y leo a Palangana hoy.
Y siento, como que se les ha parado el reloj, como que viven completamente fuera de la realidad, como que las evidencias pasan por encima de sus ideas completamente desfasadas, arcaicas y anacrónicas. Éste es el gran asunto de IU. Y no digo que los tres que cito, no sean admirables por otras cosas, pero sí digo que son como el pensamiento en blanco y negro. Cosas que antes las hacía mías y a las cuales me sumaba con entusiasmo, hoy sin embargo me parecen rechazables de plano.
Y todo ello lo digo, sin dejar de reconocer que Anguita cuando estaba, era entonces lo más avanzado, racional y progresista que había en el arco parlamentario, que no me arrepiento en modo alguno de haber votado a su formación, mientras pude y mientras él estuvo ahí. (La cosa cambió cuando IU apoyó lo del catalán y ahí dije como el cuervo de Alan Poe: “nunca más”).
Y todo ello lo digo, sin dejar de reconocer el gran mérito del juez Liaño, la gran injusticia que se cometió con él, su valor, su coraje y su integridad. Reconociendo que tuvo que lidiar dos miuras y le pasó lo que le pasó, por culpa del sistema judicial y constitucional, que él, pese a todo y contra toda evidencia, se empeña en defender. Cierto: tan cierto como que su buenismo y su visión de las cosas, son completamente trasnochados.
Y en cuanto a Palangana, no voy a decir que sus ideas me parezcan todas, enteramente inaceptables. Comparto bastantes cosas con él, pero sí que su análisis de la realidad prescinde de unos hechos insoslayables que alteran sustancialmente la valoración de las cosas: (por abreviar: de toda la corrupción institucionalizada de la mafia político-policial-judicial que encabeza Rubalcaba).
Y éste es un poco, el asunto de IU. Pero como me he desviado un poco del tema, consideraré por qué me parece que IU es un partido completamente desfasado, anacrónico y en esa medida, sólo en esa medida, superfluo.
1. Padece el complejo de que todo lo español, es en sí mismo, rechazable por el sólo hecho de ser español. Eso le lleva a alianzas de lo más delirantes, estúpidas y perjudiciales en el tema de la prohibición del español, de imponer legislaciones abyectas, totalitarias y xenófobas, que discriminan al hispanohablante por el sólo hecho de serlo. Esto es lo que ha practicado por ejemplo, IU en Baleares, esto es lo que ha votado IU en el Parlamento español. Este detalle sólo, lo convierte en un partido abyecto, superfluo y netamente perjudicial para los intereses de los españoles, pues éstos ni son ni podrán ser nunca el que se prohíba el español, ni que se discrimine a los hispanohablantes por el sólo hecho de serlo.
2. El cierre de filas con el PSOE en los asuntos de corrupción, el tapar los manejos de la mafia político-policial-judicial que encabeza Rubalcaba. Para los puntos 1 y 2 ya se bastan y se sobran, más bien se sobran, los partidos nacionalistas.
3. Agitar la camisa ensangrentada de la Guerra Civil, la memoria histórica, o la demagogia político-judicial-personal de Garzón. Apoyar un esperpento como procesar a gente a la que se sabía que no se podía procesar, primero por lo de la Amnistía, segundo por el tema de la retroactividad e irretroactividad de la ley penal y tercero, porque era evidente que estaban muertos y que se trataba de una operación de demagogia política.
4. El cierre de filas con los sindicatos, lo de tapar sus manejos de corrupción y defender que sean correas de transmisión de los partidos y que estén subvencionados, en vez de ser unas organizaciones profesionales que vivan de las cuotas de sus afiliados.
5. Defender el modelo judicial vigente, que al legalizar al partido etarra, ha permitido rearmar a la milicia etarra, como hemos podido ver en Elorrio o en algunos pueblos, donde el portero que impedía a los medios ejercer su derecho a la libertad de información era un etarra que ya había sido condenado por ser de la ETA. Es decir: por defender los derechos de unos indeseables, ha atacado los derechos de los coaccionados y ha apoyado una medida groseramente antijurídica y notoriamente perjudicial para los intereses de los españoles.
6. Defender la permanencia de este estado autonómico, con sus decenas de miles de empresas públicas, absolutamente ruinoso e inviable y gravemente perjudicial para los intereses generales.
En resumen: en la medida en que IU defiende cosas que perjudican a la inmensa mayoría de los españoles, considero que sería mejor un partido menos arcaico, más progresista y más evolucionado. Este es el espíritu de mis mensajes donde digo que IU es un partido anticuado, y superfluo. De ahí que prefiera un partido liberal, reformista y adaptado a los tiempos actuales.