En una clase de primero de primaria, o sea 6-7 años, entró a mediados de curso una niña ya rebotada de otros colegios, más grande que el resto de los críos. Se dedica a pegarles y, además, con saña y maldad, uno por uno. Debido a su corpulencia (esta niña no tiene 6-7 años ni de coña, tiene algunos más) los demás le tienen un miedo cerval y ha habido casos de niños que han cogido terror a ir al colegio por su causa.
El profesor dice que sólo puede enviar informes y más informes a Málaga (esto ocurre en Marbella, por supuesto, en un colegio público). En Málaga no hacen nada, o quizá es que no saben qué hacer con alumnnos problemáticos, así que, que se jodan los niños de esa clase, donde está mi niña mayor.
La cuestión es: ¿qué podemos hacer los padres antes este depropósito? Yo tengo clarísimo que no voy a permitir que el curso próximo esa pequeña continúe amedrentando a mi hija, no lo merece mi niña ni ninguno de los demás niños. No tienen por qué aguantar a una Rafita en ciernes con sólo 7 años, tienen derecho a estar tranquilos en su clase, a moverse libremente por el patio en el recreo, a que no les amenace constantemente una maleducada.
Os pregunto cuál es la táctica idónea a seguir, desde la estrategia legal, desde luego.