Pues sí. No tengo inconveniente en elogiar a Franco, cuando lo merece, así que tampoco veo por qué no voy a elogiar a los indignados cuando crea que lo merecen, o a Chávez.
Y me refiero obviamente, a su camino para reformar constituciones, a base de referendums. Sí, es una táctica transgresora e ilegítima, pero no puedo negar que más ilegítimo es hacernos prisioneros de un juramento que no hemos hecho. (CE 78).
El problema del camino de Chávez es que la jaula a la que lleva a los venezolanos, es peor que la jaula de la que los pretende sacar. Y éste es un reproche que cabe hacer igualmente a los indignados o a los nacionalistas. Pero no cabe duda, de que la táctica es la adecuada: salvar obstáculos que legalmente son insalvables.
Eso sí: debe hacerse un uso limitado de semejante táctica.