Música, libros, cerveza vino, ajedrez, fútbol: cualquier cosa menos ver la jeta de ese gángster en un debate amañado por él, sin preguntas incómodas. Porque mira como él va a sitios donde no le preguntan por la corrupción, el chivatazo o las pruebas amañadas del 11-M. Tan amañadas como el debate y las televisiones que se prestan a ese juego sucio...