Rajoy desde luego, no engañó a nadie: se sabía que era partidario de las Autonomías y que, para mantener eso iba a hacer de todo, menos recortar en mamandurrias. Y el PSOE igual. Se sabía que antes de recortar en subvenciones a los separatistas, o vender la TVE, se iba a subir impuestos. Se sabía que antes de quitar todas las subvenciones a los sindicatos o al cine español, se iba a subir los impuestos. Y se sabía que para mantener todas las mamandurrias, había que recortar gastos realmente útiles, cerrar residencias de ancianos, etc. Y se sabía en fin, que lo último que se tocaría sería eso: autonomías, imposición del catalán, subvenciones a los terroristas y separatistas, etc. Y se sabía porque Rajoy no engañó a nadie: dijo que iba a mantener el Estado autonómico con sus mamandurrias, sus subvenciones al enemigo de España, sus televisiones públicas, etc. Éste es el precio. Sabíamos perfectamente que para mantener gastos inútiles, hay que suprimir los gastos útiles y Rajoy dijo desde el primer momento que iba a mantener los gastos inútiles, al declararse partidario de las Autonomías. Las Autonomías están estructuradas a base de mamandurrias: eso se sabía y se sabe. Los españoles lo sabíamos perfectamente. Arenas dijo que Canal Sur era imprivatizable: se sabía, lo dijo Rajoy. La gente lo votó porque quiso ver en Rajoy el salvador que no era, porque Zapatero y Rubalcaba habían provocado tal destrozo que la gente no quería verlos ni en pintura.
Ésta es la auténtica realidad.