Sobre las 23.30 horas del día 18 de junio de 2010, los acusados Fermín y Gustavo , ambos mayores de edad y sin antecedentes penales, actuando los dos conjuntamente y de mutuo acuerdo, tanto entre sí como con una tercera persona no identificada, se dirigieron a una tienda de alimentación, entrando en dicha tienda los dos acusados, tras lo que la tercera persona que los acompañaba procedió a echar el cierre de la tienda desde el exterior del establecimiento, marchándose del lugar, y una vez dentro, uno de los acusados empuñó una pistola detonadora, semiautomática, en perfecto estado de conservación y funcionamiento, y apuntó con ella a Adriano , el dueño de la tienda, que allí se encontraba junto con su hijo de catorce años de edad llamado Aurelio, exigiendo los acusados a Adriano la entrega del dinero que tuviera, por lo que éste les dijo que cogieran el dinero de la caja registradora, pasando uno de los acusados detrás del mostrador de la tienda, y abriendo la caja registradora, cogió el dinero que allí encontró; acto seguido, los acusados obligaron a Adriano y a Aurelio a introducirse en el cuarto de aseo, donde les ataron las manos y les amordazaron con cinta adhesiva, trabando la puerta con unos objetos para que no la pudieran abrir desde dentro, procediendo los acusados a buscar por el local algo de valor, apoderándose de un traductor de chino a español y un teléfono, tras lo que los acusados decidieron marcharse del lugar con lo sustraído, dejando a Adriano y a Aurelio encerrados, atados y amordazados, siendo detenidos los acusados en el momento de salir de la tienda por agentes de la Policía Nacional, quienes procedieron a abrir la puerta del cuarto de aseo donde se encontraban encerrados Adriano y Aurelio y les quitaron las ataduras y las mordazas que les habían colocado los acusados. Al detener al acusado Fermín, le ocuparon una mochila en la que llevaba la pistola así como lo sustraído, que fue devuelto posteriormente en Comisaría a Adriano. Entre la entrada de los acusados en la tienda y la detención de aquéllos por la Policía Nacional transcurrieron aproximadamente quince minutos.