Bueeeeno, de nuevo a la lucha. Como hoy estoy saleroso y tengo ganas de escribir, pero no de estudiar, cuentaré la historia de cómo casi me escojoncio y mi abandono temporal del foro:
Resulta que era una tarde-noche bucólica otoñal. Usease, una tarde noche normal y corriente. En éstas estaba yo, con mis babuchas de paño, mi bata de guatiné, y mi Gym Form Plus (Para ponerme más fuerte que una tortilla de Pictolines) cuando me dice mi perrito:
-Disculpe caballero, pero ya va siendo menester que me ponga la correa y me de una vueltecita, que llevo toda la tarde sin salir, y estoy a punto de entrar en monitores.
Sin más, y ante tanta educación (Mi perrito es muy educado, sabe usar todos los botones de la calculadora) me dispuse a sacarlo para que soltara el muñequito.
Iba el jodío muy feliz, alegre y dicharachero. Pisaba todos los charcos que se encontraba (Mu bien, ahora me pones el piso perdido cuando llegues. ¡Pues lo vas a limpiar tú con la lengua!... No, mejor no). De pronto comenzó a correr, y yo me ilusioné porque creí que había visto un billete de 20 €, y el perrito cambió de dirección sin previo aviso, notificación, burofax ni nada. Entonces fué cuando yo resbalo con un charquito. Que ya es mala suerte que pa una vez que llueve en Sevilla, vaya yo y resbale. Alzo el vuelo como Supermán, pero sólo conseguí levantarme 4 o 5 metros en el aire, pues se ve que no puedo volar. Sólo tenía una escapatoria, que era partir el bordillo de la acera de un cabezazo.
Subestimé los poderes del bordillo. El me hizo más daño a mí que yo a él. Cuando me levanté, mágica y misteriosamente, un ser extraño había cambiado las cosas y casas de sitio, porque yo no conocía las calles. Seguramente me había teletransportado a Bélgica, porque no sabía dónde estaba.
Entonces mi perrito me dijo literalmente:
-Anda tira, tira... Que estás montando un numerito. Ya no te dejo que le des más al orujo. Tira para casa.
Y a partir de entonces... ¡Luces! ¡Colorines! ¡Fantasía!
En resumen, el motivo de mi ausencia: Me pegué un josconcio, me di en la cabeza y se me fue la pelota.

Por ese motivo, los Reyes me ha regalado un casco y una armadura para pasear al perro y un bote de betadine. Por si las moscas.