Hace poco una persona cercana (aun viéndome estudiar en la UNED desde hace más de cinco años), me comentaba que también había pasado por esto, que lo de estar horas y horas machacando era algo que también le había tocado en su Universidad (presencial, Licenciatura en Matemáticas).
Hasta ahí todo bien, hasta que luego puso la puntilla: "claro que lo que yo tenía que estudiar era teoría y también mucha práctica, ejercicios... No sólo empollar".

, en ese punto me rebelé y pregunté si insinuaba que estudiar Derecho en la UNED era mucho más fácil que cualquier otro tipo de carrera en la presencial.
Y seguí el discurso:
1. Nosotros tenemos que estudiar y preparar todo el material de forma solitaria con el apoyo de los cursos virtuales (a veces) y el gran respaldo de los compañeros.
2. En esta Universidad no existen los parciales cada mes "que te quitan materia" sino que vas a piñón a Febrero / Junio / Septiembre. Y obviamente no contamos con el contacto directo con los profesores que tantas veces en la presencial ayuda a que te conozcan y tengan en cuenta asistencias, participación en clase, trabajos y ejercicios. Nuestras notas sólo están valoradas según lo que podamos demostrar en exámenes de una hora y media / dos horas.
3. Le recomendé que se pasase de vez en cuando por las estadísticas de los resultados de oposiciones a jueces, notarios, fiscales y compruebe cuál es su Universidad de procedencia.
4. Le indiqué que desafortunadamente la UNED tiene la publicidad de ser "esa Universidad en la que te lo ponen fácil ya que está hecha para personas que trabajan o no han tenido la oportunidad de ir a la presencial", pero que ya le gustaría a más de uno salir con los conocimientos y la soltura a la hora de buscarse la vida como la que tantos compañeros hoy en día cuentan tras haberse licenciado.
5. Los ejercicios prácticos en diferentes materias de Derecho también forman parte de nuestro estudio y formación. No se trata sólo de soltar parrafadas memorizadas.
Luego, pensando, me di cuenta que también podría haber añadido que ojalá existiese una maquinita que midiese el nivel de satisfacción que tienen los estudiantes tras finalizar los exámenes o toda una carrera. No tengo duda de que reventaríamos el invento porque pocas veces he sentido ese grado de plenitud que te viene cuando ves los frutos de todo el esfuerzo realizado como estudiante de la UNED (he estudiado en la presencial hace 10 años y no hay color).
Estudiar en la UNED es duro, pero hoy en día no lo cambio por nada. Ha sido todo un descubrimiento para mí y cada vez que voy a un examen, aparte de los nervios normales, siento una gran satisfacción por ser parte de este gran equipo que formamos.