1- Karl Popper: La sociedad abierta y sus enemigos.
Trata con el rigor propio de los pensadores germánicos -es austriaco, el jodío, eh?- y con inusual optimismo el tema de la naturaleza humana, y cree que incluso en su tendencia a los totalitarismos -que aborrece- se mueve inclinada por la buena fe.
Incluso siendo antagonista inequívoco del marxismo, reconoce a Marx su ingente esfuerzo intelectual.
Para que te hagas una idea de su grandeza, incluso algunos socialistas españoles no tienen la tentación de llamarle facha -básicamente, porque no se conoce a un socialista español contemporáneo no ya que se haya leído un libro de texto, sino un folleto de DÍA en el váter-
2- Del británico Disraeli te recomiendo sus citas y frases célebres. También conservador, ¡era un político que leía, escribía, etc -un intelectual-! Imagínatelo junto a Zapa y Rajoy, esos dos grandes pensadores de la política internacional.
3- Cualquier cosa que te caiga en la mano de Primo de Rivera. Un intelectual de primer orden
4- Si lo que quieres es arrojar algo de luz sobre la guerra civil, va a ser más difícil que encontrar en El País a un columnista de derechas o una Carta al Director que critique a Rubalcaba; pero tienes a un americano impasible, Stanley Payne, que me parece excelente.
De todos modos, haz una cosa: obras pro-república hay diez por cada historiador franquista. El sesgo de sus letras, su parcialidad es tan obscena, que en vez de centrarse en los desmanes dictatoriales del Caudillo, se dedican a construirle una psicología enfermiza ád hoc´para que case con su autoritarismo; pasan de historiadores a histeriadores, y de reflejar la historia a novelar. A mí no me interesa si Franco tenía una novia con bigote o tenía complejo de Edipo, sino por qué tomó el Dragon Rapide y la lió, como yo cuando me tomo dos copas. Por tanto, te recomiendo que leas a Payne, que me parece el más ecuánime; pero que compares a De la Cierva, franquista de pro, con Preston, Gibson y compañía que parecen de Granada y familiares de Lorca -y que se centran mucho en lo bajito que era Paco-
¿Moa? Te recomiendo vivamente Los mitos de la guerra civil. Moa era un icono de la izquierda hasta que se cayó del caballo - como todos los desengañados de la transición hasta ahora-; hoy es para el progresismo un facha de la peor calaña. Y claro, para los acomplejados de la derecha, un descubrimiento. Ni lo uno ni lo otro. Moa reconoce el valor intelectual del pensamiento marxista, pero también la barbarie de su teoría hecha práctica. Y pone el contrapunto perfecto, en su versión a la guerra civil - en su vertiente profranquista- a la infinita y mayoritaria literatura progresista sobre el tema.
5- Cualquier cosa que haya escrito Julio Anguita tendrá el valor de la coherencia con sus actos. Es insobornable, un tipo de talla in- telectual y moral irreprochable.
6- Los anarquistas, que proliferaron tras la estela de Marx y Engels, también son dignos de estudio.
Eso sí, no me hagas ni caso.