Por ejemplo, no se condenó a Garzón por el esperpento antifranquista, en parte porque le tocó la lotería con esos jueces tan blanditos, en parte porque ya había sido condenado, pero sobre todo, por el miedo de sus señorías a ser tachados de franquistas si lo condenaban en ese caso.
Pero es obvio que cometió prevaricación también en este caso, y que si no hubiera estado tan difundido masivamente por los medios, libros de las escuelas, etc. el prejuicio antifranquista, lo habrían concenado también por este caso. Y desde luego, con unos jueces que no fueran nombrados a dedo, como aquellos a los que se aferra ahora Griñán, lo tendría muchísimo más complicado.